jueves, 29 de octubre de 2015

EL DRAMA DEL ACOSO ESCOLAR Y CIBERACOSO

Acoso escolar y ciberacoso, son una forma de crueldad producto de un modelo educativo o sistema de valores subyacente en nuestra sociedad, donde la prepotencia, la chulería, la falta de escrúpulos y el matonismo tiene éxito.



No es algo nuevo, solo que ahora se le ha puesto nombre,  ha adquirido una identidad y ha provocado tragedias lo suficientemente graves para que los medios lo divulguen y, por suerte, ha adquirido la relevancia o eco necesarios para que, desde diversos ámbitos sociales, se diseñen formas de prevención y tratamiento, sobre todo en las escuelas.

Confío en que no sea una moda  y como tal pasajera, si no que se mantenga el suficiente interés  para que si no es posible su total erradicación, se minimice en nuestra sociedad.

El Mundo publica un artículo con el título Cómo prevenir el acoso escolar, para quienes estén interesados en leerlo les dejo la reseña, que trata el acoso escolar de forma sintética pero abarcando el fenómeno en su amplitud:

  • ¿Cómo se comportan los acosadores con las víctimas?
  • Lo que se puede hacer desde la escuela
  • Lo que se puede hacer en las casas.
  • Problemática del acosador y como prevenirla


Leer artículo


Estamos esperando tus comentarios... y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo en tus redes sociales. Cualquier duda te puedes poner en contacto con el Gabinete de Psicología de Josefina Rodríguez Merino y su departamento de Psicología Infantil y Juvenil.


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lunes, 26 de octubre de 2015

NO TE DEJES DOMINAR

No te dejes dominar por otros, por tus miedos u otras circunstancias que puedas evitar


Has de ser tu quien domines la situación,  quien tome tus propias decisiones, teniendo en cuenta tus prioridades y limitaciones.



Si cedes a las manipulaciones, chantajes y temores  injustificados tu salud mental se resentirá y a la larga puedes padecer depresión, ansiedad, baja autoestima y resentimiento por  no vivir tu vida, si no la que quieren otros que vivas.

Recomendaciones para evitar que te dominen


No te da igual todo ¿A que no? Sin embargo cuantas veces dices “me da igual, lo que tú quieras” . Ese me da igual hará que otros cumplan sus objetivos,¿ tu los tuyos?. En algunas ocasiones te puede dar igual pero lo raro es que te dé en todas.

¿Qué tal si empiezas por decir lo que te apetece, lo que quieres, te gustaría o lo que no quieres o no te gusta,  para que los demás lo sepan? No tienen por qué adivinarlo


A veces ocurre que no sabes lo que quieres, sí  lo que no quieres, en este caso debes pararte a pensar qué quiero o cómo quiero actuar ante determinadas situaciones o personas.

Decir NO puede resultarte difícil si piensas que vas a generar un conflicto y aguantas lo que sea para evitarlo. No te da todo igual, hay cosas que no quieres hacer o no debes hacer, pero la persona que te pide un favor no lo sabe, porque  no se lo has dicho, y  piensa de ti que eres muy servicial. Di NO, de la forma más diplomática que te parezca: no es el momento, ahora no me viene bien, no puedo..sin más, no te justifiques porque tienes derecho a decir NO. Si insisten, recomiendo la técnica del disco rayado, que consiste en repetir lo mismo tantas veces como sea necesario, el truco está en hacerlo con calma y talante pero con firmeza. Verás como te respetaran más y, lo más importante, te vas a sentir muy bien contigo misma/o.

Pon limites a peticiones o situaciones incomodas, que no van contigo, que no son tu estilo o van en contra de tus principios: lo siento, pero por esto no paso.


Utiliza la expresión corporal, tono y volumen de voz adecuados. Es tan importante lo que se dice como la forma de decirlo. Has de resultar convincente y trasmitir seguridad cuando rechaces una petición o pretendas que reconozcan tu derecho.

Mira de frente, a los ojos, gesticulando con las manos lo menos posible

Los argumentos se defienden con la voz pausada, relajada, con la seguridad de que estas legitimada/o a exponer tu postura. Tus creencias, deseos y sistema de valores son tan importantes como los del que escucha.

La generosidad es un valor, ser capaz de sacrificarnos por otro es muy meritorio en la sociedad que vivimos pero tiene un límite: hasta donde tú te perjudiques. Te pueden criticar cuando defiendas tus derechos, claro que si, pero ¿crees que el que te critica los tiene en cuenta? No entres al trapo, acepta la crítica si tiene razón, si es constructiva, pero ignórala si no lo es, si va dirigida a hacerte daño o a manipularte para conseguir sus objetivos

Las persona que viven para complacer a otros están expuestas a situaciones de abuso.

Existen recursos y diferentes formas de actuar para evitar que te dominen y dominar tú la timidez, los miedos y todo aquello que te impida desarrollar tu personalidad.

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viernes, 16 de octubre de 2015

La ansiedad en la infancia

¿Qué es la ansiedad infantil?

La ansiedad se define como el temor o preocupación excesiva tanto por cosas reales como imaginarias que atormentan a los niños. Esta preocupación les puede generar una gran inquietud o malestar que termina interfiriendo en sus actividades diarias.

Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos vivenciado episodios de mayor estrés, por lo que es normal que los niños también lo experimenten. Esto incluso es positivo para ellos ya que les ayudara a encontrar técnicas y recursos por ellos mismos para solventarlo. Sin embargo, cuando estos niveles son demasiado altos, interfiriendo negativamente en las actividades diarias de los niños, deberemos tomar medidas.

Episodios de ansiedad más propensos en el desarrollo de los niños

En edades entre los tres y los seis años, esta ansiedad suele manifestarse ante lo desconocido o lo inesperado. Además, suelen aparecer miedos como es a la oscuridad, algunos animales, a separarse de sus padres…

A partir de los siete años, sus miedos se centran en el rendimiento escolar, deportivo, temores de tipo existencial y miedo a la muerte que suelen ir desapareciendo con la edad. Si estos no desaparecen podríamos encontrarnos frente a un Trastorno de Ansiedad.

En la pre-adolescencia y la adolescencia, sus temores se enfocan más a situaciones imaginadas con anticipación como pueden ser las notas, aceptación de sus iguales o las reacciones de los padres ante determinadas circunstancias. Los síntomas comunes de ansiedad en la adolescencia pueden ser desde una preocupación excesiva por las cosas, pensamientos negativos de uno mismo, comer, beber o fumar en exceso, una elevada inseguridad hasta incluso presentar malestar físico mediante taquicardia, sequedad de boca o dolores continuos de cabeza.

En ocasiones, estos síntomas se prolongan en el tiempo, pudiendo llegar a padecer lo que llamamos un Trastorno de Ansiedad.


¿Cuáles son los trastornos de ansiedad más comunes en niños y adolescentes?

  • Trastorno de pánico: Los niños sufren ataques de pánico a través del sentimiento imprevisto de terror que les llega de repente y sin previo aviso. Los síntomas físicos son: palpitaciones, sensación de quedarse sin aire, dolor en el pecho, mareos, dolor de estómago y angustia de enfrentar la muerte.
  • Fobias simples. Los niños y adolescentes pueden presentar fobias a la oscuridad, las tormentas, el ascensor, a quedarse solos, a la sangre u otras situaciones. La posibilidad de entrar en contacto con el estímulo fóbico genera en él una intensa angustia, evitando incluso la posibilidad de enfrentarse al estímulo fóbico.
  • Fobia escolar: Incapacidad de asistir a la escuela como consecuencia de un miedo irracional de algún aspecto de la situación escolar. Esta se puede dar a cualquier edad.
  • Ansiedad generalizada: En un principio, los miedos y temores suelen centrarse en un aspecto determinado, como puede ser el miedo a los perros o a la oscuridad y van adquiriendo un carácter más general con la edad. El/la chico/a muestra una actitud excesivamente cautelosa y temerosa ante la vida, preocupándose demasiado por casi todos los aspectos de su vida y en ocasiones, esta ansiedad puede terminar siendo somatizada en dolores de cabeza, problemas de estómago, náuseas y trastornos del sueño.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo: Este trastorno se caracteriza por la repetición de pensamientos no deseados (obsesiones), y/o realizar algún tipo de acciones que parecen imposible de controlar (compulsiones). Los comportamientos compulsivos más frecuentes suelen ser el contar, lavarse las manos en exceso, abrir y cerrar las puertas un número determinado de veces antes de entrar…

¿Qué podemos hacer para ayudarles a enfrentar estos síntomas de ansiedad?

  1. Habla con tu hijo sobre lo que le preocupa y cómo se siente al respecto. Esto no significa que le forcemos a ello, sino que sepan que estaremos ahí para cuando lo necesite.
  2. Entender la importancia que para él tiene. No hay que restar importancia a sus miedos ni “ridiculizarlos” ya que para ellos sí la tiene y necesitan tu comprensión.
  3. Actuar como modelos para ellos. En la mayoría de las ocasiones, los niños actúan imitando a sus padres, por lo que debemos ser un buen modelo a seguir de cómo afrontar las adversidades y resolver los problemas.
  4. Interesarnos por la evolución de ese problema así como animar sus avances.
  5. No ser excesivamente sobreprotector. Hay que dejar que sea el niño quien afronte sus problemas y que aprenda estrategias para solucionarlos. Los padres no estarán siempre ahí para solucionarles todas las dificultades que se les presenten.
  6. Cuida su autoestima y apórtale seguridad. Además, podemos enseñarles técnicas y estrategias para afrontar estas situaciones estresantes para ellos y que salgan airosas de ellas.

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viernes, 9 de octubre de 2015

MI HIJO NO DUERME BIEN

Son muy habituales las preocupaciones de los padres ante las dificultades que presentan algunos niños a la hora de irse a dormir.


Las más frecuentes suelen ser el hábito del niño a un horario de sueño alterado, miedo a dormir solos o se despiertan a media noche y lloran desconsolados al verse solos o por haber sufrido alguna pesadilla.

Dormir bien es muy importante para su buen rendimiento escolar así como para su salud. Las horas de sueño "repercuten en el rendimiento escolar de los niños y en su humor", concluye el estudio 'Trastornos del sueño en la niñez', de la pediatra Rocío Sánchez-Carpintero, publicado por la Asociación Española de Pediatría en sus 'Protocolos de Neurología'. La experta afirma que dormir menos horas de las necesarias puede provocar alteraciones en el normal crecimiento del niño y, además, puede crear algunos problemas de conducta en los pequeños.

Los problemas del sueño abarcan desde las pesadillas, la somniloquia (hablar mientras duerme), la enuresis (hacerse pipí en la cama después de los 5 años) ,encopresis (hacerse caca encima de forma involuntaria a partir de los 4 años), la dependencia de un juguete para poder dormir, tener que succionarse el dedo pulgar y el no querer irse a la cama a la hora estipulada lo que en ocasiones conlleva a otra serie de problemas como son las rabietas.

En la mayoría de las ocasiones, la solución está en manos de los padres más que de los niños, así que forzar al pequeño, discutir con él o castigarle no sería la medida más efectiva.



¿Cuáles son algunos de los errores que cometen los padres cuando llega la hora de dormir?

  • El primer gran error es acostar a los niños demasiado tarde. Esto, les hace estar demasiado cansados y como resultado conlleva a un mayor esfuerzo para conciliar el sueño así como para mantenerse dormidos. Además, se suelen despertar más temprano, por lo que durante el día permanecerán fatigados.
  • Otro de los errores más comunes es depender del movimiento: En varias ocasiones los padres llegan incluso a montar al niño en coche y pasearle hasta que se duerme. Si el niño siempre duerme con alguna forma de movimiento es probable que no alcance una fase profunda de descanso y una vez cese el movimiento, el niño despierte.
  • Es recomendable, y no todos los padres lo llevan a cabo, el mantener una rutina nocturna, es decir, establecer unas tareas a realizar antes de irnos a dormir. Estas actividades deben ser placenteras y sobre todo tranquilas. No podemos esperar que un niño que ha estado realizando actividades de una alta excitación durante el día, directamente se le apague la luz y se duerma.
  • Otro de los errores que a veces se cometen es la falta de constancia. Si el niño no quiere dormir solo, llora por las noches y a veces se le deja dormir con los papás, otras no y otras es el papá o la mamá quien duerme con ellos, dificultará al niño alcanzar un buen hábito de sueño.
  • Otro factor que influyen de manera negativa es la sobrecarga de estímulos en el dormitorio. Lo mejor para un sueño reparador es una habitación oscura, sin ruidos ni distracciones. No es positivo para ellos el tener una televisión en el cuarto o que se duerman jugando a la consola ya que con ello pueden perder horas de sueño reparador, algo que como hemos dicho, afectará a su humor, salud e incluso su comportamiento.
En resumen, para que podamos lograr esta rutina deseada y que la hora de irse a la cama deje de ser un problema tanto para los niños como para los padres os proponemos una serie de pautas:
  • Proponer una hora fija de irse a dormir.
  • Intentar siempre acostarse y de levantarse a la misma hora.
  • Repetir actividades nocturnas con el niño, recordando que estas deben ser tranquilas y placenteras. Por ejemplo: nos lavamos los dientes, nos ponemos el pijama, leemos un cuento y apagamos la luz.
  • El ejercicio ayuda al niño. Actividades como fútbol, baloncesto, salir a jugar al parque con los amigos…Así, llegarán a la hora de irse a la cama cansados y relajados
  • No jugar con videojuegos por la noche o ver la televisión en su cuarto.
  • Si el pequeño tiene miedo, dejar una luz tenue durante un tiempo, que iremos disminuyendo de intensidad poco a poco hasta conseguir no necesitarla.
  • Evitar que irse a la cama sea un castigo para niño;  es positivo para el niño pasar tiempo en su dormitorio durante el día, ya sea jugando o leyendo, pero no que lo asocie con un momento desagradable debido a que anteriormente acostumbremos a “mandarlo a la cama” como forma de castigo.
  • Cada uno en su cama. Si tras apagar la luz y abandonar la habitación, el niño vuelve a levantarse para ir a vuestro dormitorio, se le acompaña a su habitación y se le calma, pero no volvemos a empezar la rutina de actividades (como podría ser lectura de cuento, etc)
  • No tomar comidas o bebidas con azúcar antes de dormir. La alimentación también influye en la calidad del sueño del niño.

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