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viernes, 15 de mayo de 2015

CUANDO EL PERFECCIONISMO ES NUESTRO COMPAÑERO INSEPARABLE

CUANDO EL PERFECCIONISMO ES NUESTRO COMPAÑERO INSEPARABLE NOS IMPIDE SENTIRNOS SATISFECHOS DE LO  QUE SOMOS Y DE LO QUE HACEMOS




Carmen tiene 52 años, es médico, está casada y tiene un hijo de 16 años. Además de ejercer su profesión lleva las tareas de su casa. 

Solicita ayuda psicológica porque dice que no puede más, que está agotada, discute con su familia, le cuesta mucho hacer su trabajo con lo que siempre le ha gustado, pero ahora lo ve como una carga, se da atracones de comer por las noches y ha cogido mucho peso.

Está muy angustiada y no ve salida. Presenta síntomas físicos como insomnio, dolores de cabeza y musculares, sensación de mareo y de asfixia (como que no le llega el aire a los pulmones), agotamiento y desanimo. Siente que no sirve para mucho y llora. Los síntomas que experimenta son los propios de un trastorno de ansiedad.

Hablando con ella se percibe que tiene un nivel alto de exigencias: quiere ser la madre, esposa y trabajadora perfecta, asume muchas responsabilidades y se compromete con más obligaciones de las que le corresponde; no le gusta delegar en nadie, si no supervisa las tareas que han hecho otros de su equipo o familia, no se queda tranquila. No tiene ayuda para las tareas domesticas, dice que organizándose bien no le hace falta. Lleva unos años con esta dinámica de trabajo y ese nivel de exigencia (todo ha de estar perfecto).

No encuentra la manera de salir de esta situación porque quiere que todo sea como antes, tener la energía y capacidad que tenía y sobre todo el entusiasmo que sentía por su trabajo, que parece que ahora le está cogiendo un poco de manía.

¿Por qué ha llegado a esa situación?

En estos casos suelo poner el ejemplo del muelle: si un muelle lo estiramos mucho, durante mucho tiempo lo deformamos, luego necesitaremos una tarea y un tiempo para llevarlo a su estado normal

Para que Carmen vuelva a su estado normal primero tienen que recuperarse, reducir la ansiedad y reflexionar sobre qué le ha llevado al estado en que se encuentra,  para  hacer los cambios convenientes.

Buena parte de responsabilidad la tiene   las exigencias que se impone, ha de aprender que por mucho que se exija no va a hacer las cosas perfectas, las va a hacer lo mejor que sabe y puede, siempre va a ser así. Necesita quitarse esa presión por no haber hecho todo lo posible o todo lo mejor para  sentirse satisfecha con el trabajo realizado. Esos logros que se exige en todo,son parte del problema, uno no tiene por qué lograrlo todo y menos de forma individual.

Se ha excedido en  asumir  responsabilidades, más de  las que le corresponden. No  tiene que hacerlo todo ella sola,  debe aprender a pedir ayuda y a delegar  en los miembros de la familia y en los compañeros.

Si asume muchas tareas y se exige  perfección en cada una de ellas, está gastando tanta energía que la agotará. Es importante que la cantidad de esfuerzo y el  tiempo que dedica esté en función de la tareas que  realiza.

Sería bueno que priorizada,  partiendo de  que lo mas importante es ella, su salud y bien estar, para ello conviene que se cuide dedicando  todos los días un tiempo para ella misma, haciendo ejercicio ligero, como el paseo, alguna actividad relajante que le guste como leer, escuchar música, salir con alguna amiga, ir al cine…; y sobre todo vivir mas el presente, evitando la ansiedad anticipada de un futuro.

El estilo de vida actual es evidente que no funciona, se hace necesario un compromiso serio,  con ella misma, para realizar un cambio Se trata de modificar la filosofía de vida en la que es prioritarios el trabajo y asegurarse un porvenir, por encima del bienestar y equilibrio emocional, que debe  ser lo primero.

Si se quiere, con trabajo personal, esfuerzo y motivación, se puede. Ahora bien, uno debe también adaptar su pensamiento a esa nueva forma de interpretar la vida. Sin un buen trabajo a nivel cognitivo, este cambio no sería posible.

Reeducarse en hábitos y aprender a vivir a otro ritmo favorecerá que la ansiedad no sea un impedimento para alcanzar el bienestar. Manejar técnicas de relajación ayudará a reducir el nivel de estrés.

El cambio debe ser paulatino, creando objetivos a alcanzar. Dejándonos orientar por un profesional y mediante el proceso terapéutico se puede alcanzar  un nuevo estilo de vida de una forma más rápida y eficaz pudiéndonos ahorrar gran parte del malestar.

Estamos esperando tus comentarios... y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo en tus redes sociales. Cualquier duda te puedes poner en contacto con el Gabinete de Psicología de Josefina Rodríguez Merino


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