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miércoles, 4 de junio de 2014

ENEATIPO 7: PERSONAS QUE SE RIGEN POR EL PRINCIPIO DEL PLACER

ESTILO DE PERSONALIDAD QUE LE DA DEMASIADO VALOR AL PLACER. DESCONECTADOS DE LA REALIDAD, VEN LA VIDA A TRAVÉS DE UN CRISTAL ROSA


CONFUNDEN AMOR CON QUE ME DEN LO QUE YO QUIERO, SIENTEN DESAMOR DONDE LE PONEN LIMITES




Las personas con este  eneatipo  tienden  a evadirse de lo desagradable de la vida, lo "suprimen" prestando atención sólo a lo positivo. Los Sietes hacen muchos planes muy halagüeños que difícilmente culminaran porque solo habían visto el lado luminoso de su proyecto y les cuesta permanecer  el tiempo necesario en el esfuerzo.

Existen tres modalidades de las personalidades Siete: los Sietes sanos, los promedios y los malsanos


Los Sietes sanos son personas  polifacéticas capaces de desarrollarse favorablemente en muchos ámbitos totalmente dispares entre sí. Las personas sanas con este estilo son normalmente aventureras, con un entusiasmo auténtico por la vida. Como niños, sin ser infantiles, los Sietes sanos son enormemente receptivos. La mayoría tienen una perspectiva positiva y estimulante y pueden apreciar de manera entusiasta los regalos que otorga la vida, incluso los más pequeños. Muchos poseen una amistosa mezcla de encanto y curiosidad; pudiendo ser creativos, extrovertidos, generosos con los amigos y constantemente interesados en los nuevos horizontes. 

Cuando son promedios, estas personas evitan el dolor, malestar o sufrimiento escapando a través de la búsqueda de satisfacciones: drogas, actividades, personas, enamoramiento, etc. Buscan esa evasión fuera de ellos 

Pueden ser  impulsivos, rebeldes, impersonales, locuaces, narcisistas y codiciosos. Pueden abrigar muchos intereses pero indiscriminadamente; su conocimiento es extenso pero no profundo.

Los Sietes muy enfermos puede rechazar completamente la responsabilidad por sus acciones y resistir todo limite realista en su conducta. Pueden ser salvajes, impacientes, caóticos, delirantes y explosivos. Las tendencias hacia las adicciones y los ciclos maníaco-depresivos se enroscan fuertemente. Puesto que nunca pueden satisfacer permanentemente sus apetitos, puede zambullirse precipitadamente en el hedonismo, buscando más que consumir. Cualquiera que se ponga en el camino de un Siete maniaco será derribado; son rotas todas las promesas hechas a los demás. Cuando muy enfermos, los Sietes atraen a las fuerzas legales hacia ellos. 

Los Siete malsanos se frustran muy fácil y son ofensivos y abusivos a medida que exigen cualquier cosa que deseen para mantenerse ocupados y distraídos. Se vuelven escapistas infantiles, impulsivos e insultantes y pueden caer en ataques de ira y en pataletas. Tienen serios problemas para controlarse. Las adicciones al alcohol, las drogas y otros excesos aumentan a medida que se convierten en individuos disipados, libertinos, pervertidos y depravados. Antes de manejar la angustia, expresan los impulsos en conductas sin inhibiciones; se descontrolan y son víctimas de cambios anímicos caprichosamente erráticos, volátiles y de actos compulsivos. Participan en locas parrandas de diversos tipos, como si no hubiera límite para ellos. Huyen de sí mismos y son objeto de súbitos ataques de pánico, depresión profunda y desesperación.

MOTIVACIÓN CLAVE:  Desean mantener su libertad y felicidad, evitar perderse cualquier experiencia que valga la pena, mantenerse motivados y ocupados, rechazar y rehuir del dolor.

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