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lunes, 14 de noviembre de 2016

¿QUÉ ESTÁ FALLANDO CUANDO LOS HIJOS AGREDEN A LOS PADRES? LA IMPORTANCIA DE LA DETECCIÓN TEMPRANA

Que un adolescente pegue a sus padres es de una gravedad extrema que no surge de repente, le precede una  historia de violencia psicológica y verbal que no se ha parado a tiempo.


Este problema requiere de una  intervención psicológica integral, en la que ha de participar toda la familia, como responsables de la situación también lo son de la solución.


Se esta apreciendo en las familias una cierta dejadez en cuanto a la implantación de normas y limites claros, y  respeto en el estilo educativo de  los hijos.


En el video que adjunto, aunque la grabacion es de baja calidad, Esther Calvete, psicologa e investigadora de la Universidad de Deusto, expone los resultados de un estudio realizado durante tres años, con 591 adolescentes españoles y sus padres,  sobre el perfil del adolescente que ejerce la violencia hacia sus padres.




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miércoles, 2 de septiembre de 2015

LO QUE NO DEBEMOS DECIR A NUESTROS HIJOS

Errores frecuentes que cometen algunos padres por desconocer las consecuencias negativas que pueden tener en sus hijos.



La niñez es una etapa de la vida donde la educación y las vivencias son sumamente importantes para estas personitas que van desarrollando sus conocimientos del mundo  y su persona, de ahí la importancia de los mensajes que reciben  sobre sí mismos y sus capacidades , sobre todo de personas tan importantes para ellos como son sus padres

Los padres suelen cometer errores bastante comunes con sus hijos, sobre todo en un enfado, sin darse cuenta  de las consecuencias negativas que pueden provocar en su autoconcepto o autoestima.

Cosas que no debemos decir a nuestros hijos

Evita las comparaciones

Sabemos que las comparaciones a cualquier edad son odiosas, pero en la infancia, donde están empezando a formar el concepto de sí mismos, en gran parte a través de lo que dicen de ellos sus padres, frases como “a ver si aprendes de tu hermana” o “tú eres muy vago pero listo, tu hermana sin embargo es muy responsable y constante”  es posible que las interioricen  de forma    “no estudio porque soy vago”.

No equipares lo que es con lo que hace. 

A la hora de juzgar malos hábitos o conductas, siempre recriminarle lo que hace mal, no  su persona. Es importante diferenciar lo que hace de lo que es. La persona no es lo que hace, es mucho más que eso.

No son malos, se han portado mal. No son torpes, les cuesta hacer esto o no tienen habilidad para aquello. Sanciona la conducta pero NO su persona.

No les amedrentes como un recurso para educarlos. Muchas veces, ante la desesperación, cuando un niño no quiere irse a la cama, no obedece etc., utilizamos la estrategias de asustarlos- “no vayas ahí que hay un monstruo” , “si no te duermes, vendrá el hombre del saco” “ te cierro a oscuras en..” . Esta es una de las causas por las que un niño será miedoso y  no querrá dormir solo, tendrá miedo a la oscuridad etc..

Evita las imposiciones, el  ¡ porque lo digo yo!. En ocasiones damos órdenes a los niños  y cuando nos piden explicación les soltamos esa frase tan contundente Es preferible una pequeña explicación,  así el niño interiorizará  por que determinadas cosas no se deben hacer. Aunque la rotundidad de la imposición a corto plazo da resultado a largo plazo hará o dejará de hacer las cosas en presencia de quien le pueda reprender, pero hará lo que no debe en su ausencia. Si interioriza las normas las respetará independientemente de quien esté presente porque formaran parte de su sistema de valores.

Quita ya lo hago yo, que tu no sabes Deja que se equivoque, si el error no acarrea consecuencias importantes, claro. Cuando pidas a tu hijo realizar una tarea, si no la hace bien no  le digas  a ver, déjame a mí, no le ayuda porque  también se aprende  de los errores. Valorar los pequeños aciertos de esa tarea y animarle a seguir con la confianza de que lo va a conseguir, fomentará la seguridad en sí mismo, en su capacidad de conseguir objetivos.  

Las amenazas de retirarle el cariño y la indiferencia pueden ser lo que más daño psicológico  le produzca a un niño. Dejar de hablarle, ignorarle, decirle ya no te quiero, como castigo, es nefasto porque ellos no diferencian entre la realidad y la mentira.

Nacemos sin saber lo que somos y lo vamos aprendiendo por lo que nos dicen o trasmiten nuestros padres,  profesores, compañeros..y las experiencias vividas. Los padres tienen una gran responsabilidad en el desarrollo de la autoestima  de sus hijos.

 ROSA TORRES

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viernes, 3 de julio de 2015

ESTILOS EDUCATIVOS DE LOS PADRES

DIME QUÉ TIPO DE PADRE ERES… Y TE DIRÉ COMO SERÁN TUS HIJOS


Cuántas veces hemos dicho mi hijo tiene el mismo mal carácter que su padre,  o es tan desordenado como su madre, sin embargo y aun siendo cierto que el temperamento de cada persona puede ser heredado, la personalidad de cada uno no se trasmite genéticamente, se aprende de los modelos educativos de los padres, por tanto, como cualquier conducta aprendida, se puede modificar.

En la familia está la responsabilidad de trasmitir tanto los conocimientos, como los valores y hábitos que los niños irán adaptando a su repertorio de conductas.



¿Tipos de familias  que podemos encontrar en la sociedad de hoy día y que  consecuencias tendrán en los hijos?


PADRES PERMISIVOS:



Aquí podremos encontrar a padres que no suelen castigar nunca a sus hijos, no les exigen metas u objetivos ni les controlan en el día a día. Los niños hacen y deshacen a su antojo sus propias actividades sin que existan consecuencias de sus actos. Suelen ser padres cariñosos y poco propensos a establecer normas. Además, es usual el ceder casi siempre a las peticiones de sus hijos, consintiéndole demasiados caprichos.

¿Qué efecto provoca esta actitud en los niños?

Estos niños, conforme se van convirtiendo en adultos, suelen padecer problemas de adaptación en la sociedad puesto que carecen de un control adecuado de su conducta sin reconocer ni respetar las normas de la sociedad. Además, al estar acostumbrados a obtener todo lo que quieren en el momento en que lo quieren, no presentan tolerancia a la frustración, es decir, no saben aceptar un no o la espera necesaria para conseguir sus objetivos por lo que les puede suponer algunos problemas en su entorno laboral o escolar con sus profesores o jefes.

En algunas ocasiones estos niños pueden desarrollar conductas agresivas, pueden ser mentirosos a la hora de conseguir lo que se proponen, niños inseguros y con problemas de autoestima ya que se sentirán en numerosas ocasiones frustrados.

PADRES AUTORITARIOS:


En esta tipología se encuadran a los padres que se imponen de forma inflexible a través de normas, sin tener en cuenta la edad de sus hijos ni su opinión. Además, castigan de manera soberana  y en ocasiones con castigos desorbitados al incumplimiento de cualquiera de sus normas. El control sobre las conductas y la vida de sus hijos es total, buscando que éstos se adapten completamente a la  forma de vivir que ellos ven correcta. Este tipo de padres suelen tener pocas muestras de cariño hacia sus hijos y  escasa comunicación. Se ciñen a castigar las conductas negativas que los niños realizan sin  reforzar las positivas.

¿Qué efecto provoca esta actitud en los niños?

La influencia de este estilo educativo en los niños puede ser que aprendan a mentir para evitar represalias de sus padres o por el contrario rebelarse y volverse niños agresivos y desafiantes, actitud  que, en ocasiones, se puede generalizar al ámbito escolar siendo niños desobedientes y problemáticos, además de bastante temperamentales. Presentan bajo control de su conducta y una gran falta de autoestima con tendencias a sentirse culpables y tristes.

PADRES DEMOCRÁTICOS


Son padres  cálidos, a la vez que exigentes y firmes. Estimulan la madurez de sus hijos con   respeto a  las normas, dándole explicaciones lógicas acerca de por qué el castigo, para que ellos lo comprendan y aprendan de sus errores. Siempre utilizan el diálogo  concediendo  importancia a los sentimientos y opiniones de sus hijos.

NO usan el castigo físico y siempre son castigos coherentes conforme a la conducta que quieren sancionar.

¿Qué efecto provoca esta actitud en los niños?


Los hijos de  padres que utilizan el estilo democrático en la educación suelen ser niños seguros, más felices y generosos tanto consigo mismo como con los demás, mucho más competentes socialmente, responsables y con un control mayor en su propia conducta.

Poseen una adecuada autoestima, son más independientes y sus niveles de agresividad y hostilidad suelen ser mucho más bajos.

En resumen, es importante el saber escuchar, negociar,  intentar que la educación no se base en gritos, saber hacer cumplir los castigos impuestos y que estos siempre sean  coherentes y contingentes con  la conducta, es decir, que no se prolongue en el tiempo sino que se lleve a cabo de manera seguida  a la conducta que queremos extinguir.

De la forma  de educar dependerá que los niños crezcan y maduren de una manera sana y conociendo la mejor forma de adaptarse a la sociedad en la que viven y a las posibles adversidades que se encuentren en su día a día.


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jueves, 26 de febrero de 2015

VIOLENCIA FISICA DE LOS HIJOS A LOS PADRES: UNA EPIDEMIA OCULTA

LA VIOLENCIA FÍSICA DE LOS HIJOS ADOLESCENTES A LOS PADRES EN UN FENÓMENO CRECIENTE DE NUESTRA SOCIEDAD



COMO SE PONE DE MANIFIESTO  EN LAS 5.000 DILIGENCIAS ABIERTAS EN TODA ESPAÑA POR LA FISCALÍA EN LOS ÚLTIMOS TRES AÑOS



En nuestra sociedad la violencia de los hijos hacia los padres ha sido un tema que no ha trascendido mas allá del estricto ámbito familiar, pero en la actualidad el problema se descontrola y son muchos los padres que se ven obligados a denunciar a sus hijos para  solicitar protección.


Cuando hablamos de  violencia de los hijos a los padres nos referimos a violencia psicológica y física,  que de forma reiterada se ejerce sobre el padre, la madre o ambos, que en muchas ocasiones es generada por una discusión sin importancia y se puede  manifestar mediante:


  • Agresiones físicas reiteradas: golpes, empujones, tirar y romper cosas.
  • Agresiones verbales: insultos, amenazas.
  • Agresiones no verbales: gestos de amenaza

Esta violencia, filio-parental, la ejercen  adolescentes de ambos sexos, en menor proporción las chicas (una chica de cada diez chicos), de entre 14 y 16 años de  edad, de familia con nivel sociocultural alto. Agreden fundamentalmente a:
  • Padres de mayor edad
  • Las madres y la abuelas
  • Familias monoparentales, sobre todo cuando el hijo convive con la madre.

Algunos factores que influyen en este tipo de violencia de hijos hacia padres 

  • La permisividad de la sociedad  actual hacia los comportamientos inadecuados de los menores
  • El paso de una familia tradicional  autoritaria a una estilo educativo mal llamado democrático, porque sólo unos tienen las obligaciones, y los hijos tienen  los mismos derechos que los padres, desvirtuándose  la jerarquía familiar.
  • Modelo educativo basado en los premios y los castigos.
  • Al integrarse  la mujer en el mundo laboral, ambos padres pasan mucho tiempo fuera de casa con la consiguiente disminución del tiempo dedicado a los hijos.
  • Familia en la se ha utilizado la violencia como medio para resolver conflictos, o excesivamente democráticas, donde no se imponen las normas, si no que se negocian.
  • Modelos a imitar bien en los padres, en el colegio o en los programas de los medios de comunicación

Rasgos de personalidad del menor que ejerce la violencia:

  • Creencia de que son otros los responsables de su comportamiento agresivo (locus de control externo), 
  • Indiferencia hacia los sentimientos de los demás (dificultad para empatizar)
  • No aprenden de de sus errores 
  • Carecen de sentimientos de culpa
  • Tienen relaciones sociales  escasas y/o pobres
  • Con problemas de adaptación social con sus iguales, porque nadie llega a satisfacerlos lo suficiente como para mantener la amistad.
Intervención:

Medidas judiciales.

Las medidas se pueden poner mediante sentencia(para más información ver la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores) de forma resumida son:


  • Internamiento en régimen cerrado.
  • Internamiento en régimen semiabierto
  • Internamiento en régimen abierto.
  • Internamiento terapéutico en régimen cerrado, semiabierto o abierto.
  • Tratamiento ambulatorio.
  • Asistencia a un centro de día.
  • Permanencia de fin de semana.
Libertad vigilada.

  • Con obligación de asistir con regularidad al centro de enseñanza correspondiente, si el menor está en edad de escolarización obligatoria, y acreditar ante el Juez dicha asistencia regular o justificar en su caso las ausencias, cuantas veces fuere requerido para ello.
  • Con obligación de someterse a programas de tipo formativo, cultural, educativo, profesional, laboral, de educación sexual, de educación vial u otros similares.
  • Con prohibición de acudir a determinados lugares, establecimientos o espectáculos.
  • Con prohibición de ausentarse del lugar de residencia sin autorización judicial previa. • Con obligación de residir en un lugar determinado.
  • Con obligación de comparecer personalmente ante el Juzgado de Menores o profesional que se designe, para informar de las actividades realizadas y justificarlas.
  • Con cualesquiera otras obligaciones que el Juez, de oficio o a instancia del Ministerio Fiscal, estime convenientes para la reinserción social del sentenciado, siempre que no atenten contra su dignidad como persona.

Si alguna de estas obligaciones implicase la imposibilidad del menor de continuar conviviendo con sus padres, tutores o guardadores, el Ministerio Fiscal deberá remitir testimonio de los particulares a la entidad pública de protección del menor, y dicha entidad deberá promover las medidas de protección adecuadas a las circunstancias de aquél, conforme a lo dispuesto en la Ley Orgánica 1/1996.


  • La prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima o con aquellos de sus familiares u otras personas que determine el Juez.
  • Convivencia con otra persona, familia o grupo educativo.
  • Prestaciones en beneficio de la comunidad.
  • Realización de tareas socio-educativas.
  • Amonestación.
  • Privación del permiso de conducir ciclomotores y vehículos a motor, o del derecho a obtenerlo, o de las licencias administrativas para caza o para uso de cualquier tipo de armas.

Inhabilitación absoluta.


 Servicios de Salud Mental


Es importante realizar la intervención psicológica a nivel familiar y no sólo con el menor agresor.
El primer paso de la intervención familiar sería ayudar a los padres a tomar conciencia de sus propios derechos, porque en la mayoría de los casos no tienen claro lo que deben aceptar o no de los comportamientos de los hijos y en otros casos se sienten responsables o culpables.

Es importante que se recupere la jerarquía familiar, que el dominio lo tengan los padres, no el hijo, marcándoles normas y limites.

Paralelamente se trabajaran con el menor las habilidades sociales, autoestima, solución de problemas y el autocontrol para manejar los enfados producto de la frustración: se le enseñará, entre otras cosas, que los demás no están para cubrir sus expectativas, que las cosas se piden, no se exigen, y que los demás tienen  el derecho de negarse a sus peticiones si lo consideran oportuno.

Son de gran ayuda a los padres las terapias de grupo, con otros padres que viven el mismo drama, porque al compartir experiencias ayuda a disminuir sentimientos de culpa

VIDEO DE TESTIMONIOS DE MALTRATO DE HIJOS A PADRES Y FUNCIONAMENTO DE UN CENTRO DE REHABILITACION


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miércoles, 28 de enero de 2015

LOS 10 ERRORES MÁS COMUNES DE LOS PADRES COMENTEN EN LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS

LOS 10 ERRORES MÁS COMUNES DE LOS PADRES


Nadie dijo que fuera fácil….


El ser padre en la sociedad en la que vivimos, en la que siempre andamos con prisas, sin demasiado tiempo para dedicar ni si quiera a nosotros mismos, en la que reina un consumismo en el que siempre queremos el mejor coche, la mejor casa, el mejor móvil… hace que a veces, no nos paremos a pensar en lo importante que es más que la cantidad, la calidad del tiempo que debemos proporcionar a nuestros hijos y a su educación.



A veces, confundimos el “quererlos” con el “darles todo lo que nos pidan” sin darnos cuenta que eso es un GRAVE ERROR.

Además, nuestra mayor preocupación es la de evitar por todos los medios que sufran; que no tengan que pasar por desilusiones, fracasos, que jamás sientan que no tienen algo que los demás si…y no nos damos cuenta que lo que estamos creando son personitas que cuando sean mayores, serán incapaces de afrontar situaciones de frustración en las que las cosas no salgan como esperan y pensarán que el mundo se les viene encima.

Debemos tener en cuenta que ser “buen padre” no está reñido con poner normas y límites, sino todo lo contrario. Con ello, estamos “dando forma” a personas adultas que en el futuro tendrán más recursos a la hora de hacer frente a la vida.

Como se dice en filosofía… “prepara a tu hijo para el camino, no el camino para tu hijo
A continuación, hablaremos de los 10 ERRORES MÁS COMUNES que cometemos los padres de hoy en día:

1º ADORAR A NUESTROS HIJOS


Muchas familias actuales, viven por y para los hijos. Hacen de ellos el centro del hogar. ¡Esto a ellos les encanta!, pero estamos enseñándoles de algún modo a ser egoístas y a pensar que ellos son lo primero, son lo más importante así como sus necesidades. Esto no significa que no debamos prestarles toda la atención que necesiten, que les escuchemos y apoyemos siempre, sin embargo, es necesario que comprendan y aprendan la importancia de que ellos también deben escuchar, respetar y ayudar a los demás, y que lo importante es el amor y el altruismo entre los miembros de la familia.

2º DISPARIDAD ENTRE LOS PADRES.


Siempre, siempre, siempre… cuando uno de los padres decide llevar a cabo un castigo, o muestre su disconformidad frente a una conducta del niño, el otro debe darle la razón; al menos delante del niño. Si nos quitamos la autoridad, el niño recibe mensajes contradictorios y finalmente no sabe qué hacer. Además conforme crecen, pueden aprovecharse de esto y saber a quién preguntar en cada situación. Es por ello que la mejor frase para esto sería “siempre es mejor equivocarse juntos que acertar por separado”

3º TRASMITIR AL NIÑO QUE “ÉL ES MALO, COMO ALGO QUE NO PUEDE CAMBIAR


Es MUY IMPORTANTE tener siempre en cuenta a la hora de reñir al niño, que no se deben usar frases como “ya sabía yo que lo romperías”, “si es que eres tonto”, “no vales para nada” “siempre te comportas igual, nada lo haces bien”. Siempre, debemos centrarnos en la conducta que no queremos que repita, reñir por lo que ha hecho mal en ese momento y evitando la generalización. No es positivo el hacerle pensar que esperábamos de él que lo hiciese mal, o que se comportase mal puesto que interiorizamos en él la idea de que, aunque lo intente no podrá comportarse bien y que él es malo y no puede cambiar. Además, estas frases hieren su autoestima algo que influirá en que su conducta sea aún peor, entre otras consecuencias.

4º FALTA DE CONTINUIDAD


Muchas veces, dejamos que nuestro estado de ánimo, nuestro humor o lo cansados que estemos en ese momento interfiera en la educación de nuestros hijos. Conductas que no permitimos normalmente, en ocasiones por falta de tiempo, o ganas las dejamos pasar. Esto es un grave error puesto que volvemos a mandar mensajes contradictorios a los niños que harán que perdamos lo que teníamos conseguido. Hay que tener consciencia de que “estamos educando siempre, no solo en momentos concretos”

5º CASTIGAR MAL


Poner castigos desproporcionados o imposibles, hacer promesas que no son posibles de cumplir, o que al final no cumplimos… son errores bastante frecuentes y muy negativos a la hora de educar. Si los  castigos no se cumplen, los padres pierden la autoridad y los niños captan la idea de que las normas pueden quebrantarse fácilmente. Es más eficaz castigar una tarde sin jugar a la play que decirles que van a estar toda la semana sin salir y levantarles el castigo al tercer día.

6º SER AMIGOS DE TUS HIJOS


Hoy en día se oyen a muchos padres querer ser “amigos de sus hijos”, intentando no castigarlos, realizando toda educación a través de argumentos o poniéndoles ejemplos de sus vidas, siendo demasiado permisivos y negociándolo todo.

Debemos tener en cuenta que los padres somos la figura de autoridad y es un error tratar de ser sus amigos en lugar de ejercer el rol de  padres. Está bien ser democrático con los hijos y negociar ciertas cosas como dónde van de vacaciones, o en qué tienda comprarse la ropa.. pero hay cosas que NO se negocian y ellos deben entender que en la familia, como en la vida hay ciertos límites y normas que deben respetarse, como es el ponerse el cinturón en el coche, portarse bien en el supermercado, etc.


7º COMPARAR ENTRE HERMANOS


Cada persona es un mundo, cada niño es diferente y requiere una educación adaptada a sus necesidades. Sin embargo, los padres a la hora de educarlos intentan tratarlos de la misma forma y a menudo, los comparan. “Esto, puede conllevar en numerosas ocasiones a celos, envidias y dañan” como advierte Javier Urra, psicólogo infantil.

Además, afecta a su autoestima. El niño siente que no es lo suficiente bueno o al menos no tan bueno como su hermano, por lo que estas comparaciones no aportan nada positivo.

8º MALOS EJEMPLOS


 “Los padres no pueden pedir al hijo que se controle o que no pegue si lo que le transmiten es que de vez en cuando a ellos ‘se les cruzan los cables’, insultan al del coche de al lado, o están siempre criticando; tampoco pueden exigirle que termine lo que empieza o que cumpla las normas si ellos no lo hacen”.  La incongruencia entre lo que se dice y se hace “resulta muy negativa, quita fuerza moral y deslegitima”, apunta Urra.

9º PERMITIR QUE DEJEN DE SER NIÑOS ANTES DE TIEMPO


Esto, se detecta en la forma de vestirlos, dejarles que se pongan piercing, en encontrar divertido que tengan novios o permitir que con 14 años ya no tengan límites de horario.

Además le añadimos el contrasentido de que a estos mismos niños les preparamos el desayuno, les vestimos, e incluso algunas madres ¡¡les llevan la maleta hasta el colegio!! No dejándole tomar las responsabilidades propias de su edad.

10º SOBREPROTECCIÓN


Por último,la sobreprotección.
Muchos de los padres de hoy en día asumen muchas tareas de sus hijos como estudiar con ellos, le disculpan frente al profesor, intentan evitarles consecuencias de una mala decisión, les dicen constantemente lo que tienen que hacer…organizando su vida. Esto que los padres hacemos siempre “por su bien”, está construyendo niños dependientes, además de inseguros y a los que les costará en el futuro asumir las consecuencias de sus conductas, intentando siempre exculparse de todo. Y lo peor de todo es que a veces, los padres los exculpamos también,  llegando incluso a entrometernos en discusiones de niños para defender a nuestro hijo, o ir a la escuela a hablar con ese profesor que “le ha cogido manía a nuestro hijo” y cantarle las cuarenta.

En resumen; la educación de nuestros hijos es una carrera de fondo, en la que el ganar o perder depende de la persistencia, la continuidad y sobre todo el amor, los valores y el respeto que nos demos hacia nosotros mismos y hacia los niños, practicando siempre con el ejemplo y así construir personas sanas mentalmente y emocionalmente equilibradas.

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viernes, 24 de enero de 2014

Pautas de conducta para los padres de una víctima del bullying y el agresor

Continuamos con los artículos dedicados al bullying y ciberbullying. Esta vez dedicamos la entrada a cómo deben actuar los padres de una víctima ante el agresor.


Con la finalidad de profundizar en el papel de la familia en la intervención del bullying se presentan algunas sugerencias sobre cómo pueden actuar los padres de una víctima, los padres de un agresor  de una situación de acoso escolar hacia un compañero o compañera.

Os compartimos un video de guía infantil con la temática de este artículo.




 Cómo actuar como padres de una víctima


1

  • Hacerle saber que esta situación no debe ocultarse y que cualquier problema que tenga puede arreglarse si cuenta con la ayuda de la gente que le quiere de verdad.
  • Alentarle a hablar. No esperar a que el hijo o hija sea el primero que cuente su situación, hay que tener en cuenta que muchas veces no lo cuentan. Lo más difícil es romper el silencio.




  • La ayuda emocional es primordial. Hacerle sentirse seguro, valorado, estimado, eliminarle los sentimientos de culpabilidad y no reprocharle nada, él no tiene la culpa. Actuar con calma y pedirle que explique lo que le sucede. Rebajar la ansiedad, actuar seguros pero con calma. Demostrarle determinación para atajar la situación y actitud positiva.




  • Ayudar al hijo o hija a ver el problema abordándolo en todas sus dimensiones y complejidad. Hacerle ver la necesidad de afrontar la situación, cuidando de no forzar la situación de enfrentamiento que pueda producirle mayor temor.




  • Preguntarle lo que él o ella cree que debe hacer. ¿Qué es lo que ha hecho ya? ¿Qué funcionó y qué no? Hablar con él y planificar en común estrategias para acabar con la situación.




  • Nunca decirle al hijo o hija que intente solucionarlo por su cuenta, si pudiera hacerlo, ya lo habría hecho.




  • No acusar a nadie sin estar seguros.




  • No estimular la agresividad o la venganza. No utilizar la violencia contra el agresor. No defenderse agrediendo.


8

  • No culpar al colegio y animarle a que hable con sus profesores, con el tutor/a o con la dirección. Con  la persona que le ofrezca mayor confianza y confidencialidad.


9

  • Cualquier paso que den los padres debe ser conocido y acordado con el hijo: contactos con el tutor/a, orientador/a, la dirección, la inspección, los padres del agresor, el agresor, los compañeros, los testigos… Evitar provocar miedos mayores ante actuaciones que se pongan en marcha, convenciéndole de la necesidad y conveniencia de dicha actuación. Normalmente el hijo o hija al principio será reacio a que el centro escolar se involucre en tomar medidas por el miedo a que todo el colegio se entere de cosas que no quiere o que el agresor se vengue.


10 

  • Hablar sosegada y prudentemente con los padres de los alumnos implicados de una u otra forma: con los de los agresores, con los de los testigos, con los que han podido oír algún comentario al hijo o a la hija...

11

  • No pensar que es mejor no hacer nada para no agravar el problema. No creer que con el tiempo se pasará.


12 

  • Elaborar un diario para registrar o anotar todos los detalles con la ayuda del hijo/a, todo lo que se ha contado, todas las circunstancias e indicios que rodean a la victimización del hijo: fechas, quién lo ha contado, qué ha contado, lo que se ha observado, con quién se ha hablado, qué, dónde y cuándo ocurrió, los testigos, quiénes estuvieron implicados, … Un diario bien elaborado da mucha credibilidad y respeto en el caso de que se estime necesaria una denuncia en cualquier instancia.


13

  • En el caso de que el centro escolar no de una respuesta o se vea que su intervención no es satisfactoria, se puede acudir a los servicios de inspección educativa, al inspector, para solicitarle su ayuda e intervención, o en su caso a órganos institucionales superiores. La justicia se debe usar para casos graves y cuando no se encuentre otra vía de resolución y reparación de daños.


14

  • Enseñar al hijo o hija a hacer valer sus derechos y ayudarle en el desarrollo de las habilidades sociales, de tal manera que para una próxima ocasión esté preparado para responder de la forma más adecuada, saber defenderse y pedir ayuda tanto a sus iguales como a los adultos.


15 

  • Solicitar que el centro escolar aplique el protocolo de actuación en caso de bullying de un programa de intervención y participar activamente junto al profesorado.


16

  • Evitar sentirse culpables o avergonzados por lo que le sucede al hijo o hija.


17 

  • Recurrir a la ayuda de un psicólogo que evalúe el daño moral que pueda tener y aplique  un programa terapéutico


Fuentes
Garaigordobil M., y Oñederra, J.A.2010 La violencia entre iguales:Revisión teórica y estrategias de intervención.
Flores, J. (Septiembre, 2010). Decálogo para un víctima de Ciberbullying.
http://www.unblogenred.es/decalogo-para-una-victima-de-ciberbullying/
Garaigordobil, M Bullying y ciberbullying:programas y estrategias de prevención e intervención desde el contexto escolar y familiar

Si estas sufriendo bullying o ciberbullying y no sabes como afrontarlo o sois padres de un niño o adolescente que lo está sufriendo, un psicólogo te puede ayudar a solucionarlo o evaluarlo. No los dudes y visítanos.  El Gabinete de Psicología Josefina Rodríguez en Alcalá de Guadaíra te puede ayudar o la consulta de psicólogo en Sevilla del Centro Médico Benítez-Brioude en el barrio de Nervión.

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