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viernes, 3 de julio de 2015

ESTILOS EDUCATIVOS DE LOS PADRES

DIME QUÉ TIPO DE PADRE ERES… Y TE DIRÉ COMO SERÁN TUS HIJOS


Cuántas veces hemos dicho mi hijo tiene el mismo mal carácter que su padre,  o es tan desordenado como su madre, sin embargo y aun siendo cierto que el temperamento de cada persona puede ser heredado, la personalidad de cada uno no se trasmite genéticamente, se aprende de los modelos educativos de los padres, por tanto, como cualquier conducta aprendida, se puede modificar.

En la familia está la responsabilidad de trasmitir tanto los conocimientos, como los valores y hábitos que los niños irán adaptando a su repertorio de conductas.



¿Tipos de familias  que podemos encontrar en la sociedad de hoy día y que  consecuencias tendrán en los hijos?


PADRES PERMISIVOS:



Aquí podremos encontrar a padres que no suelen castigar nunca a sus hijos, no les exigen metas u objetivos ni les controlan en el día a día. Los niños hacen y deshacen a su antojo sus propias actividades sin que existan consecuencias de sus actos. Suelen ser padres cariñosos y poco propensos a establecer normas. Además, es usual el ceder casi siempre a las peticiones de sus hijos, consintiéndole demasiados caprichos.

¿Qué efecto provoca esta actitud en los niños?

Estos niños, conforme se van convirtiendo en adultos, suelen padecer problemas de adaptación en la sociedad puesto que carecen de un control adecuado de su conducta sin reconocer ni respetar las normas de la sociedad. Además, al estar acostumbrados a obtener todo lo que quieren en el momento en que lo quieren, no presentan tolerancia a la frustración, es decir, no saben aceptar un no o la espera necesaria para conseguir sus objetivos por lo que les puede suponer algunos problemas en su entorno laboral o escolar con sus profesores o jefes.

En algunas ocasiones estos niños pueden desarrollar conductas agresivas, pueden ser mentirosos a la hora de conseguir lo que se proponen, niños inseguros y con problemas de autoestima ya que se sentirán en numerosas ocasiones frustrados.

PADRES AUTORITARIOS:


En esta tipología se encuadran a los padres que se imponen de forma inflexible a través de normas, sin tener en cuenta la edad de sus hijos ni su opinión. Además, castigan de manera soberana  y en ocasiones con castigos desorbitados al incumplimiento de cualquiera de sus normas. El control sobre las conductas y la vida de sus hijos es total, buscando que éstos se adapten completamente a la  forma de vivir que ellos ven correcta. Este tipo de padres suelen tener pocas muestras de cariño hacia sus hijos y  escasa comunicación. Se ciñen a castigar las conductas negativas que los niños realizan sin  reforzar las positivas.

¿Qué efecto provoca esta actitud en los niños?

La influencia de este estilo educativo en los niños puede ser que aprendan a mentir para evitar represalias de sus padres o por el contrario rebelarse y volverse niños agresivos y desafiantes, actitud  que, en ocasiones, se puede generalizar al ámbito escolar siendo niños desobedientes y problemáticos, además de bastante temperamentales. Presentan bajo control de su conducta y una gran falta de autoestima con tendencias a sentirse culpables y tristes.

PADRES DEMOCRÁTICOS


Son padres  cálidos, a la vez que exigentes y firmes. Estimulan la madurez de sus hijos con   respeto a  las normas, dándole explicaciones lógicas acerca de por qué el castigo, para que ellos lo comprendan y aprendan de sus errores. Siempre utilizan el diálogo  concediendo  importancia a los sentimientos y opiniones de sus hijos.

NO usan el castigo físico y siempre son castigos coherentes conforme a la conducta que quieren sancionar.

¿Qué efecto provoca esta actitud en los niños?


Los hijos de  padres que utilizan el estilo democrático en la educación suelen ser niños seguros, más felices y generosos tanto consigo mismo como con los demás, mucho más competentes socialmente, responsables y con un control mayor en su propia conducta.

Poseen una adecuada autoestima, son más independientes y sus niveles de agresividad y hostilidad suelen ser mucho más bajos.

En resumen, es importante el saber escuchar, negociar,  intentar que la educación no se base en gritos, saber hacer cumplir los castigos impuestos y que estos siempre sean  coherentes y contingentes con  la conducta, es decir, que no se prolongue en el tiempo sino que se lleve a cabo de manera seguida  a la conducta que queremos extinguir.

De la forma  de educar dependerá que los niños crezcan y maduren de una manera sana y conociendo la mejor forma de adaptarse a la sociedad en la que viven y a las posibles adversidades que se encuentren en su día a día.


Estamos esperando tus comentarios... y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo en tus redes sociales. Cualquier duda te puedes poner en contacto el Gabinete de Psicología de Josefina Rodríguez Merino y su departamente de Psicología Infantil.


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