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lunes, 8 de junio de 2015

MI HIJO NO COME. ¿QUÉ PUEDO HACER?

Cuando un niño es problemático comiendo y se ha intentado todo para que coma con normalidad sin ningún resultado a lo largo del tiempo, la comida se convierte en un drama familiar que puede llegar a afectar, incluso, a la relación de pareja. Sin embargo, con algunos consejos podemos conseguir que nuestros peques coman de todo.




¿Qué es “come mal”?


Comer mal va a depender de variables como la frecuencia, la magnitud del problema y el tiempo que tarde en comer. Ejemplos: si vomita muy a menudo es un problema por la elevada frecuencia; problema de magnitud sería que vomita en pocas ocasiones, pero la madre está tensa cuando le da de comer, porque no sabe cuando va a ocurrir, le pregunta nerviosa si tiene ganas de vomitar..; el vómito se da con poca frecuencia pero se le ha dado mucha importancia y ha generado un mal estar añadido, por ejemplo el niño puede negarse a comer en presencia de otras personas, ajenas a familia, por temor a vomitar, en este caso estamos ante un problema de magnitud; cuando  estar delante del plato sin comer durante tiempo y tiempo, el problema es de tiempo

Criterios que se utilizan para saber si nuestro hijo come mal o bien


CLASE DE ALIMENTOS
Parámetros temporales:
  • Duración
  • Frecuencia
Parámetros de intensidad:
  • Cantidad
  • Magnitud

Problemas que pueden surgir relacionados con la comida:

  • Velocidad con la que mastica los alimentos
  • La cantidad que come,
  • El tipo de alimentos, hay niños que solo comen carne,
  • La comida ha de ser triturada a una edad en la que ya no es apropiado


Velocidad
Cantidad
Modo
Variedad
Elaboración
  • Rápida
  • Lenta
  • Mucha
  • Poca
  • Liquido
  • Triturado
  • Sólido
  • Verduras
  • Carne
  • Pescado
  • Lácteos
  • Frutas
  • Pan
  • Dulces
  • Otros
  • Cocidos
  • Fritos
  • Plancha
  • Otros




PARA RESOLVER EL PROBLEMA LO PRIMERO QUE TENEMOS QUE HACER ES SABER EN QUÉ CONSISTE


Debemos establecer que conductas queremos que desaparezcan del comportamiento del niño y que conductas tendrían que haberse establecido ya.

Averiguar qué provoca el problema y que tenemos que hacer para resolverlo.

En muchas ocasiones los problemas infantiles surgen por la forma de actuar de los adultos. Existen tres factores de gran influencia: la atención, el ambiente y el modelo.

La atención Lo que mas le gusta a un niño es la atención que le presta el padre/madre. Si el niño no quiere comer, suelen contarle historias o cuentos, se le hacen gracias, o juegos para que coma; seguramente es el momento del día que más atención se le presta, El niño no tarda en asociar el no comer con una situación divertida, asi que si quiere que le hagan caso ha descubierto la manera.

Con los vómitos también consigue que se le preste más atención, le mimen y se convierta en el centro de atención.

 ¿Puede resultarle rentable no comer o vomitar?


El ambiente. La televisión o juguetes, por ejemplo, pueden ser motivo de distracción para el niño y favorecer o entorpecer la comida. Puede negarse a comer si no ve los dibujitos.

El modelo Los niños se fijan en lo que hacen los mayores de su entorno y sin darse cuenta los imitan, por eso es importante como comen delante del niño. El hermano, por ejemplo, puede negarse a comer determinados alimentos y entonces se le cambian por otros de mayor agrado.


El niño consigue lo que quiere a cambio de comer



El primer paso para resolver un problema es observar lo que ocurre para obtener el mayor número de datos posibles


Para poder intervenir de manera eficaz es necesario tener una idea lo mas exacta posible de lo que solemos hacer con frecuencia, creemos que ya lo sabemos todo por el tiempo que llevamos haciéndolo, pero a lo mejor pasamos por alto algunos detalles por estar centrados en otros que nos parecen mas relevantes, por ejemplo es probable que mientras lea esto no sea consciente de si se ha tocado el pelo.

Además de saber cuantas veces ocurre algo, es importante conocer que ocurre antes y que ocurre después.

Qué información recoger cuando es un problema de comida


El terapeuta que va a trabajar con su hijo necesita datos objetivos y concretos para saber que variables son las que más influyen en el problema para intervenir en ellas, por ejemplo:

  • Qué hace el niño, qué hacen las personas que lo rodean, con que frecuencia come poco etc.

Para evitar fallos de memoria y facilitar la recogida de datos elaboramos hojas de registro que debe rellenarse a diario durante al menos una semana
La hoja de registro siguiente nos informa de lo que que come el niño y la hora


Fecha


Desayuno
Comida.
Merienda
Cena.
Otra
Otra
Hora
8
14
17
20
11 recreo








lacteos
1 vaso leche
1 yogur

Vaso leche


cereales
3 galletas





fruta

1 platano


platano

verdura






carne






pescado

200gr.




huevos



Tortilla francesa


legumbre






Dulces y golosinas






refrescos






embutidos


Bocadillo



otros





Patatas de bolsa.Helado

Las columnas adicionales son para alimentos que pueda consumir fuera de las comidas.
Además de lo que come nos interesa saber cuanto tarda y la forma de comer.



Desayuno Comida Merienda Cena Otros
Tiempo que tarda en minutos









Posición:









Sentado









De pie









Ambos









Otros









Cómo come









Solo









Con ayuda









Ambos









Otra forma










También es importante el registro del ambiente que rodea a la comida, otros con las preferencias de sabores y de comidas, uso de cubiertos etc. Unos registros se referirán a variables que afectan a la alimentación y otros a costumbres sociales.

CÓMO ACTUAR PARA RESOLVER EL PROBLEMA



Si los padres están tensos el niño lo nota, puede crearle ansiedad y como consecuencia perdida del apetito (se le cierra el estomago). De momento no centraros en lo que no come, si no felicitarle y darle mucho valor por lo que coma, aunque sea mínimo (no olvidar que estamos en el punto de cambiar el ambiente que rodea a la comida). Es importante que la atención de los padres y demás personas que habitualmente compartan la mesa (abuelos u otras personas) se centre en lo que come y no le presten ninguna atención cuando rechace la comida. Para que esta estrategia ( reforzamiento y extinción) funciones ha de hacerse de forma continuada y en cada comida. Si creamos buen ambiente mejorara el estado de ánimo de toda la familia.

Hemos reforzado que el niño coma “algo” mediante la atención y el elogio (reforzador social por excelencia para un niño, sobre todo) : estamos contentos contigo, que bien lo estas haciendo, te estas poniendo fuerte, ya pareces mas mayor.. etc.

Pero si se niega a comer, y no cogenada ¿qué hago?; no puedo hacer nada de lo anterior(reforzarle). Además es lo más probable que ocurra las primeras veces que queramos modificar su comportamiento. Propongo utilizar otro método que funciona en estos casos, la extinción.

La extinción consiste en actuar de manera diferente a lo que hemos estado haciendo hasta ahora, porque si os dais cuenta no ha funcionado, el problema se mantiene. Se trata de ignorar el comportamiento del niño indeseado, no castigarle , que es otra forma de prestarle atención, si no ignorando completamente lo que hace, no se le mira, no se le habla…durante la comida hablaran entre todos, pero no con él.

Ejemplo: podemos ayudarle a coger la comida con la cuchara, prestándole la máxima atención y elogios (valoramos así la aproximación a comer); pero si no abre la boca, escupe la comida o cualquier otra conducta que no sea tragarse la comida, lo ignoraremos hablando con el resto de miembros que están en la mesa, sin hacer ninguna alusión a él, como podría ser ¿ves lo contentos que estamos con los que comen? Tu hermano se pondrá mas grande porque lo come todo..etc.

Se trata de que se de cuenta, y lo aprenden pronto, que toda esa atención que recibía cuando no comía, se le retira y sólo la va a conseguir cuando coma.

No va a ser fácil el cambio, hay que tener capacidad de aguante por parte de los adultos y mantenerse firmes en el mantenimiento de las estrategias propuestas, porque si en ocasiones bien porque haya invitados para comer, porque no soporten sus rabietas o tengan prisa y le dan de comer, esa conducta desadaptativa del niño, que pretendemos evitar, se mantendrá con mas fuerza, porque ha aprendido que consigue lo que quiere, solo es cuestión de tiempo o de mas intensidad en sus rabietas, por ejemplo.


Continuaremos en sucesivas publicaciones ofreciendo más alternativas para resolver este problema.


Fuente: Problemas de alimentación en el Niño. Gavino Lazaro, A. Ed. Piramide


Estamos esperando tus comentarios... y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo en tus redes sociales. Cualquier duda te puedes poner en contacto con el Gabinete de Psicología de Josefina Rodríguez Merino y su departamento de Psicología Infantil.


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