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viernes, 8 de abril de 2016

EN EL NOVIAZGO SE PUEDE DETECTAR LA VIOLENCIA DE LA PAREJA

Comportamientos durante el noviazgo que deben alertarte de futura violencia en la  convivencia.


  • Poco a poco te va  aislar de tus amigos primero y tu familia mas adelante, quiere ser el/la único/a importante en tu vida, el resto pasan a ser sus competidores,por lo que  pretenderá que no estén en tu vida, para ello  utilizará  las criticas recurrentes o te hará ver lo inconvenientes que son para ti esas relaciones. Como ves no le interesan tus sentimientos, sólo los suyos.
  • Pretende que te comportes a su manera. No me gusta esa ropa, si te la pones no salimos. No esta bonito que te pintes. etc. No le interesa que seas tú, si no que seas quien a él le gusta que seas.
  • Exagerado énfasis en sus sentimientos hacia ti al poco tiempo de conoceros. Eres lo mejor de mi vida.  Mi vida sin ti no tiene sentido. Le gustan las emociones que siente y por eso te manipulara para que sigas nutriéndolos.
  • Violencia con otras personas. Conduciendo insulta, grita a otros conductores. En su casa tiene relaciones violentas con su familia. Es su forma habitual de reaccionar ante la frustración, lo hará también contigo tarde o temprano,recuerda que tu estás para hacerle feliz a él.
  • Celos incontrolables que se extienden a todas las relaciones que tengas, ocasionando múltiples disputas.Te controlará el móvil, si estas en casa, con quien te sientas en clase...
  • Prepotencia contigo,  con frases como  “de esto se más que tú”, “ya lo hago yo que tú no sabes”, pretende hacerte creer que su capacidad es superior a la tuya y que sin el/ella no eres nadie
  • Cambios bruscos del estado de ánimo. Puede pasar del buen humor al enfado de repente. Se irrita  fácilmente por cualquier cosa. Es imprevisible.
  • Al poco de conocerte  te colmará de todo tipo de atenciones de forma exagerada. Llamadas o mensajes al móvil continuos, intentos de pasar  juntos todo el tiempo posible. Es un comportamiento un tanto obsesivo y abrumador.
Estamos esperando tus comentarios... y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo en tus redes sociales. Cualquier duda te puedes poner en contacto con la psicóloga Josefina Rodríguez Merino


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jueves, 4 de febrero de 2016

SEÑALES QUE NOS PUEDEN HACER SOSPECHAR QUE LA PAREJA ESTA EN CRISIS.

Son señales que nos indican que la pareja atraviesa una crisis bien porque uno de los dos padezca un trastorno, por ejemplo depresión;  porque haya causas externa que estén influyendo, como el paro o por el desenamoramiento.

Algunas señales que nos pueden alertar de la existencia de un problema en la relación de pareja son:


-       Nos molesta todo lo que hace o dice la pareja. Parece que han desaparecido de nuestra percepción todas aquellas cualidades que apreciábamos. En los primeros años de convivencia, cuando predomina la pasión, todo lo que hace la pareja nos parece adorable, es perfecto; a medida que pasa el tiempo la realidad se impone y los juicios son más objetivos, entonces descubrimos los defectos que aceptaremos la mayoría de las veces porque el amor lo compensa; en otras ocasiones no ocurre así, son o se nos hacen intolerables, pudiendo desatar problemas en la convivencia difíciles de sobrellevar.¿Puede ocurrir que el amor que creíamos sentir no es lo suficiente fuerte y comienza el desenamoramiento?.

-       La comunicación se deteriora La confianza que da la convivencia hace que las críticas hacia el otro sean más directas y menos diplomáticas que las que hacemos al resto de conocidos. Cuando  lo que predomina en la comunicación son las críticas hirientes, con la única finalidad de menospreciar o atacar a la otra persona,  o por el contrario se levanta un muro de incomunicación de emociones y sentimientos y  solo se habla de las rutinas de domésticas es un ejemplo de relación   agotada, aburrida e  hiriente que necesita renovarse.                                                                  
                                                                                            

-       Las demostraciones de afecto y las relaciones sexuales pierden interés, ya no apetece dar o que le den un beso, un abrazo o una palabra cariñosa. La frecuencia de relaciones sexuales disminuyen hasta perder el interés o se convierten en algo rutinario y aburrido.

Ante señales como estas, que tienen que ver con la comunicación, la afectividad y la sexualidad, pilares fundamentales en una relación de pareja, es aconsejable consultar con un psicólogo experto, para determinar la causa y poner remedio antes que derive en un trastorno mayor como puede ser acostumbrarse a una rutina o romper la relación cuando hubiera podido evitarse.

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lunes, 15 de junio de 2015

RELACION DE PAREJA PLENAMENTE SATISFACTORIA

EL AMOR O ENAMORAMIENTO ES EL ELEMENTO NECESARIO PARA CONSTRUIR UNA RELACIÓN DE PAREJA PERO NO EL ÚNICO SI PRETENDEMOS QUE ESA RELACIÓN SEA ESTABLE





Para que una relación de pareja sea plena, han de combinarse la intimidad, la pasión y el compromiso.


Se entiende por intimidad un conjunto de actitudes y sentimientos como:  comprensión, colaboración, confianza, complicidad, respeto, confianza para expresar nuestras preocupaciones, temores, sueños proyectos al otro con la tranquilidad de sentirnos comprendidos... Tener una conexión emocional consolidada. La intimidad no es exclusiva de la relación de pareja, se puede dar también en relaciones familiares o de amistad.

En la pasión está implicada una conexión emocional y física, un deseo intenso de estar con la otra persona y atracción sexual. Es un elemento clave en una  relación  satisfactoria de pareja.

El compromiso es la  decisión formal de implicarse ambos miembros en  un proyecto común,  asumiendo las responsabilidades y obligaciones propios de una relación. Si no existe compromiso por ambas partes, se genera inseguridad y desconfianza , por lo tanto no se comparten proyectos y cada uno sigue sus planes independientemente de la relación. En una relación de pareja en la que no se da el compromiso, cada miembro excluye al otro de muchos ámbitos,importantes para ambo, de su vida.Sin compromiso no hay confianza en el  futuro de la relación.

Estos tres componentes, intimidad, pasión y compromiso, se pueden combinar dando  6 tipos de amor (Sternberg):





El amor perfecto combina los tres elementos


El amor apasionado,  enamoramiento o encaprichamiento es aquel en el que sólo aparece la pasión. Esta forma de amor se caracteriza por una intensa vehemencia y termina con el tiempo.

El amor romántico combina la intimidad con la pasión. Las dos personas se atraen física y emocionalmente, pero no aparece el compromiso.

El amor compañero es una amor con mucho cariño y confianzabasado en el compromiso  y la intimidad, sin la pasión. Se le denomina también amor verdadero y amor conyugal.

El amor vacío se basa solo en el compromiso, carente de  intimidad y pasión. es un amor superficial.

El amor fatuo es un amor si intimidad , basado en la pasión y el compromiso, suele aparecer en relaciones donde todavía no se ha desarrollado la intimidad.

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sábado, 9 de mayo de 2015

TIPOS DE RELACIÓN DE PAREJA SEGÚN EL GRADO DE DEPENDENCIA

Según el grado de dependencia entre ambos miembros de la pareja existen tres formas de relacionarse: independiente, dependiente e interdependiente.

Tipos de relación de Pareja


LA PAREJA INDEPENDIENTE





En este tipo de relación, ambos miembros son muy independientes y la barrera entre la vida del uno y la del otro es muy clara. Tiene pocos objetivos en común y comparten poco tiempo y pocos intereses.

El grado de intimidad entre ellos es muy bajo y ambos desconocen muchos de los aspectos de la vida del otro. Tiene intereses que no comparten y cada uno mantiene un amplio espacio individual que no comparte con su pareja.

 LA PAREJA DEPENDIENTE:



Es aquella formada por dos personas altamente dependientes el uno del otro, o bien aquella en la que uno de los dos miembros depende emocionalmente del otro. En estas relaciones, acontece una necesidad excesiva de valoración y amor por parte del otro miembro. Estas personas no saben disfrutar de la soledad, ni de la compañía de otras personas y su autoconcepto depende de la visión que el otro tenga de ellos.

Muestran poca autonomía personal, les resulta muy difícil tomar cualquier decisión sin contar con la aprobación explicita del otro miembro de la pareja. Los sentimientos y forma de pensar de la persona dependiente, van a estar totalmente influenciados por el grado de aprobación del otro miembro.

Además, aparece una necesidad constante de permanecer junto a la otra persona y de que ésta le dedique muchas atenciones. No se respeta su espacio personal ni su intimidad, y el miembro dependiente no entiende ni le gusta que el otro pueda necesitar su espacio personal, espacio del que él, por supuesto, quedaría excluido. Estas personas no quieren que su pareja tenga intereses, amigos o realice actividades que no pueda compartir con él/ella.


LA PAREJA INTERDEPENDIENTE: 




En este modelo de pareja, ambos conservan su identidad y su espacio, y ambos se consideran responsables del camino que va tomando su vida, pero comparten un espacio en común que se compone de compromiso, pasión e intimidad. Ambos invierten energía en conseguir el acuerdo y el equilibrio. Toman las decisiones que afectan a la pareja o a la familia a través de pactos a los que llegan de forma consensuada. Estas parejas se caracterizan por una comunicación abierta, la adopción de actitudes centradas en la resolución de los problemas y un alto grado de implicación por parte de ambos miembros.

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viernes, 23 de enero de 2015

LAS DISCUSIONES EN LA PAREJA

Continuamos con nuestra serie de artículo relacionados con la terapia de pareja. En esta ocasión dedicamos la entrada a las discusiones en el seno de una pareja.

DISCUTIR ES NORMAL Y SANO  SIEMPRE Y CUANDO SIRVA PARA RESOLVER LOS CONFLICTOS O DESACUERDOS QUE SURGEN EN LA RELACIÓN DE PAREJA.


Cuando aparece un problema o conflicto en la pareja lo recomendable es hablarlo y resolverlo lo antes posible para evitar que se acumule y genere rencor.


Las discusiones en la pareja han de servir para llegar a acuerdos. Los buenos acuerdos son aquellos en  los que ambos ceden algo de su parte para  ganar ambos. No debe haber ni vencedores ni vencidos porque no sería un acuerdo justo.

Si no se maneja bien la discusión sobre un conflicto, en lugar de resolverlo genera otro conflicto añadido. Para que esto no ocurra se recomienda:

  • Buscar el momento adecuado para hablar de los problemas con calma y tratar de resolverlos. Muchas de las discusiones de pareja se producen en momentos críticos: después de haber tomado unas copas, en una reunión social donde necesitemos hacernos los gallitos frente a los demás, o en un momento de especial tensión. Situaciones que, debido a causas externas a la relación, nos empujan a decir lo que no deberíamos, algo de lo que nos arrepentiremos más tarde.
  • No dejar pasar mucho tiempo, es mejor terminar el día habiendo resuelto esos  conflictos que puedan generar malestar.
  • Escuchar y tratar de entender los puntos de vista del otro, poniéndonos en su lugar, porque tiene sus motivos para opinar o pensar como lo hace (empatizar). Para Aaron T. Beck, uno de los fundadores de la psicología cognitiva, la mayor fuente de conflictos en la pareja se debe a que fallamos en la interpretación de lo que nuestro cónyuge hace, desea o siente.
  • No “adivinar” motivos ocultos en sus discrepancias, ( lo que quiere es llevarme la contraria o fastidiarme) porque provocaría el ponerse  a la defensiva con el  y tu más
  • Evitar atacar al otro o culparle, se trata de resolver algo que genera tensión, de lo que se  hace o se deja de hacer, no de lo que se es.
  • Mantener la conversación en tono dialogante, sin gritos, insultos, portazos…la agresividad genera agresividad y habremos generado una situación peor que la que queríamos resolver.
  • Si uno no está de acuerdo en lo que propone el otro debe decirlo, no sirve ceder siempre con lo que tu digas, lo que tu quieras, como quiera (pasividad), porque cada uno tiene sus preferencias y si no las expresa se acumulará rencor.
  • No esperar que nuestra pareja adivine como deseamos que se resuelva el problema, no lo sabe, hay que decirlo.
  • Asumir cada cual sus  errores y reconocerlos ante la pareja.
  • Evitar la manipulación para conseguir lo que queremos del otro.


Las parejas discuten principalmente por:

  • La educación de los hijos
  • Los celos
  • La manera de administrar el dinero
  • Las relaciones familiares del otro
  • La colaboración en las tareas domesticas
  • Mucho tiempo en el trabajo, en detrimento del dedicado a la familia
  • Poca comunicación
  • Frecuencia de las relaciones sexuales
  • Tiempo dedicado al ocio
  • Las amistades de la pareja

 Otras situaciones más triviales que también son motivo de discusión.

  • Tirar la basura.
  • Desorden.
  • Ropa amontonada en la silla del dormitorio. Zapatos en medio
  • Tender y recoger la ropa.
  • El tiempo qué utiliza nuestra pareja el ordenador y con quien
  • Tiempo dedicado a los videojuegos y al  chatear con el móvil
  • Si conserva algún regalo del o la ex.
  • El tiempo  esperando  a que se arregle para salir.
  • Sacar al perro.
FORGES

  • El cuarto de baño: limpiar lavabo, ducha e inodoro después de usarlo. Bajar la tapa del vater. Cerrar  el tubo de la pasta de dientes. Poner  el rollo de papel higiénico  nuevo, etc
  • Diferencias en las preferencias políticas o equipos de fútbol.
  • Disponer del mando de la TV.
  • Destapar al otro en la cama al darse la vuelta.
  • La temperatura de la habitación.
  • Mala educación en la mesa, control de gases etc.
  • Los ronquidos.
  • La forma de vestir
  • Etc.
Son situaciones cotidianas que se van generando por la convivencia, pero que si se  acumulan, poco a poco van minando la paciencia   para con el otro, resultando que ante el mínimo incidente salte la chispa y comience una discusión  por todo y por nada.
Todos queremos que estas cosas molestas  se arreglen, pero a veces  todo se convierte en un “quien tiene la culpa”, y lo único que importa es descargar nuestro enfado acumulado, hiriendo al otro al considerarlo culpable de nuestro malestar.

¿QUÉ SE ESCONDE MUCHAS VECES DETRÁS DE LAS DISCUSIONES DE LAS PAREJAS? 

Reflexionar por los motivos que nos llevan a discutir nos va a ayudar a identificar las  verdaderas causas 

Ha colgado mal la camisa y ese simple hecho hace que se inicie una pelea, pero no para ahí, se saca a  colación  lo que hizo o dejó de hacer desde el principio de los tiempos. Realmente  la pelea es por la camisa?. No. Queremos que se sienta mal. ¿Por qué? Seguramente hay otros motivos que  causan angustia, preocupación o  frustración. Puedes pensar que tu pareja no está lo suficientemente enamorado/a  de ti o que  te resulte monótona la relación, o que te sientas atrapado/a  y no puedas evolucionar como te gustaría… Pueden ser los motivos  realmente importantes, pero también los que más nos cuesta identificar y reconocer.
 Las parejas más felices no son las que no discuten nunca, sino las que saben discutir de manera apropiada

MIS METAS
Quiero amarte sin aferrarme,
apreciarte sin juzgarte,
unirme a ti sin invadirte,
invitarte sin exigirte,
dejarte sin sentirme culpable,
criticarte sin hacer que te sientas culpable,
y ayudarte sin ofenderte.

Si puedo obtener de ti el mismo trato,
podremos conocernos verdaderamente
y enriquecernos mutuamente.

(Virginia Satir)

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domingo, 26 de octubre de 2014

VIVIR CON UN ADICTO A LA COCAÍNA

Vivir con un adicto es muy difícil, tan difícil que a veces no lo puede superar ni la propia madre que se ve obligada a echarlo de casa para preservar la salud familiar


Para un adicto, por encima de todo y de  todos, puede llegar a ser conseguir aquello a lo que es adicto, en este caso la cocaína. Me decía un paciente que la cocaína es una mala amante que no te comparte con nadie porque  lo quiere todo de ti para ella.

Si la adicción la tiene tu pareja, te frustrarás a diario esperando que cumpla esas vanas promesas de “te prometo que esta ha sido la última vez” y recae con mil excusas que muchas veces prefieres creer. Poco a poco se mete en una espiral que le aleja de ti y de los hijos; la economía se resiente, descubres que tiene deudas, temes que se den cuenta en el trabajo y lo despidan… mientras tú vas asumiendo todas las responsabilidades familiares y económicas,  esperando que cambie. Mantienes ese halo de esperanza porque  crees que con tu amor y apoyo dejará la cocaína, el alcohol, el juego… ¿Cuántas veces te has sentido responsable de no haber hecho lo suficiente o no haberle dado lo que necesita.?

Tengo tantos recuerdos de esos héroes y heroínas, tratando de sacar a su hijo/a o su pareja de las drogas  porque se les iba la vida…peregrinando de un especialista a otro, a una asociación. a un ingreso en una comunidad terapéutica…

Dos casos extremos que recuerdo y que por desgracia no son raros:

Quiero recordar a una madre que venía a consultarme qué hacer con su hijo. Este joven, de más de 30 años, vivía con los padres, ya jubilados, padecía una patología dual (adicto a la cocaína y esquizofrenenico), de vez en cuando le pedía dinero a su madre para comprar cocaína, ella se negaba, pero había veces que se ponía muy agresivo y si no le daba dinero le pegaba. Le pregunté qué hacía el padre ante esta situación y me respondió que no lo sabía, se lo ocultaba porque, según decía, su marido era muy bruto y echaría a su hijo de casa. La recomendación fue que siguiera cuidándolo, porque de lo contrario no se tomaría su medicación, no se alimentaría correctamente ni se asearía y su salud mental empeoraría de forma muy significativa, pero que el marido debería colaborar para ayudarle a ella con esa carga.

Recuerdo a ese muchacho que vivía con su novia; cuando se fueron a vivir juntos él ya sabía que ella tenía un problema de adicción a la cocaína. Lejos de mejorar con la nueva situación, la adicción fue en aumento, ella  se iba de casa de vez en cuando, se prostituía a cambio de cocaína, él iba a buscarla, la recogía muy “colocada, sucia y medio tirada por ahí”, la llevaba a casa y la cuidaba hasta que se reponía, así una y otra vez. Contaba que ya no podía más, que estaba destrozado de esta situación y no conseguía nada. La recomendación fue que la dejara. No sé si lo hizo, no volví a verlo.


Las distintas formas de relación que se suele dar entre un adicto/a y su familia, en especial la pareja, son:



  • Alejamiento emocional. El/ella, no esta pendiente de lo que su familia necesita, no colabora, porque la mayoría del tiempo su pensamiento lo ocupa todo aquello que tiene relación con su adicción.
  • Codependencia. Esta forma de relacionarse es muy común sobre todo en la pareja del adicto, aunque también se da en otros familiares e incluso en amigos. El/la codependiente se olvida de si mismo, de sus necesidades  y centra su interés en los problemas del adicto, cuando este no le corresponde se frustra y se deprime. El codependiente  necesita sentirse necesitado por alguien, por eso suele establecer relaciones con personas problemáticas. En el fondo subyce una necesidad de sentirse querida o valiosa para alguien si me necesita no me abandonara.
  • Inestabilidad y malestar emocional. Suele ocurrir cuando la persona adicta no progresa y queda estancada en un marasmo de mentiras y promesas, incluso llegando  a maltratar a quien la cuida provocando frustración en el “cuidador” por las expectativas incumplidas con elevada probabilidad de que con el tiempo degenere en un trastorno depresivo
  • Necesidad de control. Se controla el más mínimo movimiento del adicto, pudiendo convertirse en una obsesión que alcanzando hasta el entorno de las amistades que frecuenta. Este exceso de control provoca la ira y agresividad en la persona que tiene la adicción. Para evitar generar este tipo de relación espia-espiado, es conveniente hablar  claramente y sin ambigüedades de los temores e inseguridades  sin que la otra persona se sienta invadida (lo que en psicología llamamos “asertividad”) y llegar a acuerdos para satisfacer a ambas partes.
    Ejemplo:  -yo deseo confiar en ti porque me preocupa tu salud, pero no quiero molestarte, ¿dime como lo podemos hacer?.


¿Qué hacer una vez se sospechan signos claros de adicción a la cocaína?


  • Comunicación abierta y total sobre las consecuencias negativas y la imposibilidad de seguir engañando o pedir dinero prestado. Una reunión familiar de todos los miembros puede ser un buen recurso, para que  el adicto sienta  el apoyo de todos, que toda la familia se implica en el problema con ánimo de ayudarle a salir de él,  no de reprochárselo. Hacerle ver claramente que la droga es el enemigo y el una víctima.
  • Buscar ayuda psicológica especializada: privada o publica. Existe una red asistencial en todos los ayuntamientos de atención a las dependencias, donde lo tratan y  lo pueden derivar a una comunidad terapéutica si fuese necesario, de forma gratuita.


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