lunes, 20 de abril de 2015

LA DEPRESION INFANTIL. CÓMO PUEDEN ACTUAR LOS PADRES.

El niño con depresión se siente mal pero no puede decir lo que le pasa porque no lo sabe.

 



Sospechamos que padece depresión cuando manifiesta  un conjunto de síntomas la mayor parte del día y  durante varios días. 

 

SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN INFANTIL

 


  •        Tristeza, con llanto fácil por cosas sin importancia o de repente, irritabilidad, mal humor
  •        Quejas somáticas, se quejan  de que les duele algo, la queja más frecuente es el dolor en el vientre por las mañanas, cuando se despiertan. Estos dolores no se corresponden con ninguna enfermedad
  •         No tiene ganas de hacer las cosas con las que disfrutaba: jugar al fútbol, salir con los amigos…
  •         Alteraciones en su rutina de sueño: duerme menos o duerme mucho. Pueden reaparecer miedos ya superados  o aparecer otros nuevos. Es posible que busque la protección de los padres ante el malestar que siente, pidiendo dormir con ellos.
  •         Un cambio notable de peso o en la forma de comer, ya sea mucho o poco.
  •          Cansancio, sensación de agotamiento físico que le dificulta para hacer las tareas cotidianas a las que estaba acostumbrado.
  •         Dificultad para concentrarse y memorizar que interfieren en el rendimiento escolar.
  •         Sentimientos de que no vale para nada o de culpa sin una razón clara.
  •          Preocupaciones o rumiaciones sobre la muerte, enfermedad, abandono, etc.

 

QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES PARA AYUDAR A SU HIJO

 

Recabar información

Lo primero y más importante es una consulta medica para descartar cualquier enfermedad o trastorno que le esté provocando estos síntomas, por ejemplo una anemia, infección de orina, etc.

Hablar con el niño para averiguar qué situaciones han podido o pueden estar influyendo en su estado de ánimo:


  • En la familia: nacimiento de un hermano, enfermedad de algún familiar, discusiones de los padres, separación matrimonial, ambiente de estrés, exigencias elevadas hacia el rendimiento de  los niños, rigidez, malos tratos etc.
  • En el colegio: incidentes de algún tipo por parte de los profesores o de algún alumno. Acoso escolar
  • Amistades, ha podido rechazarle o ridiculizarle algún amigo/a
  • Redes sociales, controlar con quien se relaciona, si le están haciendo chantaje.
  • Cambios ambientales, desplazamiento a otra ciudad o barrio

Recabar información del colegio, amigos y redes sociales que utilice, pero con mucha discreción porque no suele gustarle a los niños, sobre todo cuando son adolescentes.

Saber que: 

  • Los síntomas son reales, el niño no se los está inventando.
  • Los hijos no interpretan  sucesos, conversaciones o comentarios como los adultos. Los padres hablan delante de los hijos de problemas o dificultades  que  no revisten mayor importancia pero los niños pueden magnificar su interpretación y causarles una honda preocupación o angustia


Seguir un plan de ayuda:
  • Comprenderle y tranquilizarle, haciéndole entender que está pasando por una enfermedad, que aunque se sienta mal no es grave y que se le va a pasar pronto porque vosotros, los padres, que para él sois las principales figuras de apoyo, seguridad y confianza, estáis ahí para ayudarle.
  • Vigilar la alimentación, que tenga una dieta saludable.
  • Fomentar, animando pero no obligando y  de forma paulatina, la salida o visita de algún amigo y la actividad física.
  • Reducir  el estrés. Puede ser necesario hacer cambios a corto plazo en la cantidad de tareas escolares o actividades.
  • Fortalecer su autoestima destacando sus habilidades y valores.
  • Enseñarle a buscar alternativas a las dificultades, haciéndole ver que  los problemas sólo son falta de soluciones y que los padres siempre estarán dispuestos a  colaborar  con él para encontrar la forma de resolverlos.
  • Seguir un plan de tratamiento con medicación, si el medico así los prescribe, y psicológico
  • Los resultados terapéuticos no son inmediatos, no hay que desanimarse por eso, la mejoría será progresiva.


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miércoles, 15 de abril de 2015

CÓMO LLEGAR A SER UNA PAREJA IDEAL

Ser la pareja ideal



"Los ideales son como las estrellas. No conseguiremos nunca tocarlos con la mano pero al navegante, en la inmensidad del océano, le sirven de guía para llegar a su destino".


Los ideales son inalcanzables, nunca se cumplirán del todo. Si los utilizamos bien, nos ayudan a construir el futuro porque tienen un gran poder transformador. Son una excelente guía para encauzar el futuro de una relación de pareja, por lo que es conveniente conocer:

  • QUÉ IDEALES TIENE MI PAREJA PARA COMPROBAR SI CONTAMOS CON DATOS REALISTAS QUE NOS AYUDEN A APROXIMARNOS.
  • SI LAS EXPECTATIVAS QUE TIENE UNO DE FUTURO COINCIDEN CON LAS QUE TIENE EL OTRO MIEMBRO DE LA PAREJA
ANALIZAR:

  • Qué expectativas de lo que esperaba de mi relación de pareja tengo  cubiertas
  • Qué expectativas desearía que mi pareja cubriera
  •  Si existen posibilidades de que esas expectativas que deseo se puedan llevar a cabo.


Ser miembro de una pareja es un acto voluntario, no ha de ser un mal menor (dentro de lo malo, es lo menos malo)

El objetivo de entrenarnos para ser  una pareja mejor forma parte del propio crecimiento al ser  un proyecto personal y compartido. Lo hemos de hacer para nosotros mismos, no para contentar a nadie.

Queremos superarnos a través de mejorar la manera con la que desarrollamos nuestro rol de pareja.Lo mejor de este camino o proyecto es el propio crecimiento, el esfuerzo por mejorar.

Ser una buena pareja es sinónimo de tener una relación madura, respetuosa con la independencia del otros y colaborar en el crecimiento mutuo.

Ser una pareja ideal es la antítesis de tener una relación de dependencia.


TENEMOS MAS POSIBILIDADES DE APROXIMARNOS A SER UNA PAREJA IDEAL CUANDO:



  • Se establecen rituales comunes, como por ejemplo rituales de celebración.
  • Se crean visiones comunes de cómo ha de ser  el futuro o la relación ideal.
  • Se establece un proyecto común con un significado importante. 
  • Se redacta una especie de “constitución” de la pareja, que refleje los principios en los que se basa la relación y se definan normas básicas de convivencia y de organización de la vida cotidiana.
  • Se gestiona el significado de palabras clave importantes como por ejemplo: “pareja”, “fidelidad", “hogar”... Atribuir significados diferentes puede ser una fuente de discrepancias y conflictos.
  • Se intenta apoyar a la otra persona en su crecimiento personal.
  • Se respetan los espacios, sentimientos y tiempos del otro
  • Se crean espacios de diálogo, comunicación y negociación. Los espacios pueden ser tanto físicos como temporales.
  • Nos damos cuenta de los prejuicios  amorosos que nos impiden ver a la otra persona tal y como es, porque estamos mas interesados en como creemos que debería ser
  • Se atiende a los propios sentimientos y necesidades, como paso previo para atender las necesidades de la otra persona.Si yo no estoy bien será mas probable que mi pareja no esté bien.
  • Se piensa en dar antes que en recibir, aunque nadie puede estar dando de forma prolongada sin recibir.
  • Se tiene voluntad de servicio a la pareja. El servicio bien entendido pasa por dar a nuestra pareja aquello que realmente necesita, que a veces no es lo mismo que lo que quiere o expresa.

Esta es una lista a modo de ejemplo


¿Cómo seria tu relación de pareja ideal?


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domingo, 12 de abril de 2015

COMO EVITAR QUE NUESTROS HIJOS SEAN JOVENES DELINCUENTES. VIDEO

El juez Calatayud opina que vivimos en una sociedad  en la que se han perdido valores como el esfuerzo, la responsabilidad y el estudio. 

Las familias, primeras responsables de educar a los hijos, tienen dificultad para poner límites y  la autoridad que corresponde a los padres, necesaria para el cumplimiento de normas y valores, se ha diluido de tal forma que hoy día decir no a un adolescente puede llegar a ser fuente de serios conflictos. 



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jueves, 9 de abril de 2015

FOBIAS DE IMPULSION: MIEDO INTENSO A VOLVERSE LOCO, PERDER EL CONTROL Y HACER DAÑO A ALGUIEN O A SÍ MISMO

Muchas personas que sufren trastornos de ansiedad pueden haber desarrollado un intenso temor a perder la razón o volverse locos


Como consecuencia hacer algo horroroso a sí mismos (suicidarse) o agredir a personas de su entorno más cercano.



Los pensamientos o imágenes realizando esos actos que temen, aparecen de forma automática, son recurrentes y  perversos y generan en la persona un estado constante de alerta para evitar las circunstancias que temen. Quienes los padecen piensan de sí mismos que son malas  personas porque se creen capaces de cometer eso  que tanto les horroriza.

Algunos de los ejemplos que más repiten y que suelen darse en forma de imágenes mentales cometiendo esos actos:
  • Pensamiento de que va a desear tirar a un hijo pequeño por el balcón o ahogarlo con la almohada mientras duerme.
  • Ante la presencia de cuchillos temor a perder el control y  matar a sus hijos u otros miembros de la familia.
  • Miedo a que le aparezcan deseos de estrellarse con otro vehículo cuando va conduciendo por la carretera o de atropellar a algún peatón  voluntariamente.
  • Temor a suicidarse tirándose por un balcón.


Las personas que padecen este tipo de miedos no tiene la intención de hacer nada  de eso, todo lo contrario, están en una constante alerta para prevenirlo y de  hecho no harán lo que temen porque sólo es miedo a perder el control, es un riesgo absolutamente inexistente.

Otros síntomas y manifestaciones de la ansiedad, que genera un elevado temor en los pacientes son  las  sensaciones  de extrañeza e irrealidad, como si estuviéramos viendo la realidad “como en una película”, como si nos sintiéramos ajenos a nosotros mismos (despersonalización) o al entorno (desrealización).

Estos pensamientos, sensaciones de irrealidad  o imágenes  (viéndose a sí mismos realizando lo que temen)  llamadas fobias de impulsión, son síntomas de ansiedad elevada, pero aunque  no tienen nada que ver, muchas pacientes lo interpretan  como si se estuvieran volviendo locos o tuvieran esquizofrenia, pero es imposible volverse loco como consecuencia de crisis de pánico u otros trastornos de ansiedad.
Las personas que tienen fobias de impulsión tienen un sufrimiento y temor tan elevado que interfiere de forma significativa en su vida cotidiana. Al no comentar con nadie su angustia y temores  difícilmente van a recibir ayuda.

Durante la terapia lo primero que hacemos es ayudarles a perder el miedo a volverse locos y tranquilizarlos porque el riesgo de que cometa esos actos que tanto teme es inexistente, ni corre peligro él ni otras personas. Se le enseña  las distintas formas de manifestarse la ansiedad y como  sus pensamientos, muy molestos  pero no graves, están  provocados por  el nivel de  ansiedad que padece.

Los tratamientos que han demostrado mayor efectividad para este tipo de problemas de ansiedad es la terapia cognitivo conductual, basada sobre todo en el control de  los pensamientos. Mediante esta terapia las personas aprenden técnicas de relajación,  control de los pensamientos   y a modificar las posibles causas de la ansiedad.

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lunes, 6 de abril de 2015

QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE PSICÓLOGO Y PSIQUIATRA

¿A QUIÉN ACUDIR, AL PSIQUIATRA O AL PSICÓLOGO?







Existe confusión entre ambas especialidades, de forma que a veces no se sabe cuando hay que acudir a una u otra especialidad. Con este artículo queremos aclarar de manera sencilla y sintetizada las diferencias.

Tanto la psicología sanitaria o clínica, como la psiquiatría son profesiones que se ocupan de la salud mental de las personas.


El psiquiatra estudia medicina y posteriormente se especializa en psiquiatría, el psicólogo durante toda la carrera ha estudiado como valorar, diagnosticar y tratar trastornos y/o patologías  psicológicas.

El psiquiatra, como medico que es, tiene un enfoque de los problemas psicológicos centrado en la química o fisiología que los provoca, enfocando el tratamiento con fármacos.

El psicólogo enfoca sus intervenciones terapéuticas en dotar al paciente de habilidades y técnicas para controlar su trastorno.


Existen psicopatologías que precisan de la intervención de ambos profesionales de forma coordinada, lo que facilitará una mejor recuperación del paciente Por ejemplo ante una depresión grave la prescripción de antidepresivos  por parte del psiquiatra ayudará  a mejorar por los químicos administrados al paciente; el psicólogo  tratará de la modificación del estilo de pensamiento y de determinadas formas de comportarse  que subyacen a  la depresión y le dotará  de las herramientas necesarias  para que no se repita.

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viernes, 3 de abril de 2015

DEMENCIAS, NIVELES, CLASIFICACIÓN Y TRATAMIENTOS.

NI TODO EL DETERIORO DE LA MEMORIA ES UNA DEMENCIA, NI TODAS LAS DEMENCIAS SON ALZHEIMER



LA DEMENCIA ES AQUELLA SITUACIÓN CLÍNICA EN LA QUE DEJAMOS DE SER QUIÉNES ÉRAMOS PARA SER IRRECONOCIBLES A LOS DEMÁS Y A NOSOTROS MISMOS. 


ES UN LARGO PROCESO DE DETERIORO INTELECTUAL QUE SE INICIA CON EL OLVIDO DE LAS COSAS COTIDIANAS PARA ACABAR CON LA PÉRDIDA DEL YO






UN DIAGNÓSTICO CORRECTO ES FUNDAMENTAL, YA QUE CONLLEVA LA POSIBLE IDENTIFICACIÓN DE LAS CAUSAS TRATABLES DE DEMENCIA, CUANDO EXISTAN, O LA POSIBILIDAD DE ENLENTECER EL PROCESO EN OTROS CASOS

La demencia es un proceso orgánico cerebral que afecta predominantemente a las personas de edad avanzada, de importancia creciente debido al aumento de las expectativas de vida y al consecuente incremento de la longevidad de la población de los países desarrollados.

No se trata de una enfermedad en sí misma, sino de un síndrome; es decir, la expresión clínica de un conjunto de signos y síntomas que pueden darse en un número muy importante de enfermedades, de las que la enfermedad de Alzheimer, por su frecuencia, es su máximo exponente.

La enfermedad de Alzheimer (EA) y las demencias en general, pasan por una serie de etapas. La escala más utilizada para conocer la gravedad del estado de demencia es la denominada Escala de Deterioro Global (Global Deterioration Scale, GDS) propuesta por Reisberg en 1982, en la que se clasifica la demencia en siete niveles evolutivos, según la manifestaciones clínicas que apreciemos. Hay que tener en cuenta, que cada enfermo es distinto y que no todos los pacientes evolucionan siguiendo el mismo patrón. Factores como la personalidad previa, su historia de vida, el entorno familiar y otras enfermedades pueden influir en el curso de la enfermedad.

 A continuación se muestra la clasificación propuesta por Reisberg:

Fase 1: Funcionamiento cognitivo normal.

Fase 2: Funcionamiento cognitivo compatible con la edad, con disminución funcional en el desempeño de actividades ocupacionales o sociales complejas de la vida diaria. Olvida nombres, lugares donde ha guardado objetos y es menos capaz de recordar citas.

Fase 3: Funcionamiento cognitivo compatible con EA incipiente. Olvida citas importantes. Problemas con las actividades de la vida diaria (AVD).

Fase 4: Funcionamiento cognitivo compatible con EA leve. Actividades cotidianas deficientes. Aquí es donde se suelen hacer las consultas.

Fase 5: Funcionamiento cognitivo de EA moderada. El paciente ya no puede pasar sin algún tipo de ayuda y la realización de tareas de la rutina diaria es deficiente.

Fase 6: Deterioro cognitivo moderado-grave. Precisa ayuda para vestirse, bañarse etc.

Fase 7: Deterioro cognitivo muy grave. Perdida del lenguaje, locomoción y conciencia.

Si bien es una enfermedad sin tratamiento curativo, existen fármacos específicos, de eficacia comprobada, que pueden frenar su progresión por un tiempo limitado. Aunque no curan la enfermedad, sí modifican su evolución, favoreciendo en gran medida que la persona enferma mantenga su autonomía durante más tiempo.

Además del tratamiento farmacológico, es importante llevar a cabo un tratamiento NO farmacológico como son las psicoterapias  cognitivas o terapias blandas, presuponiendo un valor añadido a la eficacia de dicho tratamiento. La plasticidad neuronal (respuesta del cerebro para adaptarse a las nuevas situaciones para restablecer su equilibrio alterado), la estimulación cognoscitiva (conjunto de estímulos generados por la neuropsicología intervencionista con finalidad rehabilitadora dentro del contexto de la funcionalidad del sujeto) y las técnicas de modificación de conducta son los pilares básicos en los que se fundamentan los tratamientos no farmacológicos, dirigidos tanto a los enfermos con demencia en los estadios leve y moderado, e inclusive en el que se corresponde con el moderadamente grave, como en aquellos procesos incipientes en los que sólo los déficits de memoria son objetivables.

Es sabido que el envejecimiento conlleva una disminución de memoria que a menudo es motivo de consulta por el paciente. ¿Cómo distinguir entre “olvido benigno por la edad” y demencia? Para establecer el diagnostico de deterioro cognitivo asociado a la edad (DCAE) se requiere la presencia de alteraciones leves, de instauración progresiva y de, al menos, 6 meses de duración en la memoria, el lenguaje, la atención, la concentración, el pensamiento o las capacidades visuoperceptivas. Estos déficits deben estar documentados con los exámenes neuropsicológicos apropiados y hay que descartar que sean causados por cualquier otro trastorno  orgánico o psicológico. Se considera que el DCAE no debe limitar las actividades de la vida diaria o hacerlo mínimamente. El problema reside en establecer dónde termina e DCAE y dónde empieza la demencia. Cualquier paciente catalogado como DCAE debe ser evaluado periódicamente, ya que con frecuencia el DCAE es el comienzo de una demencia tipo Alzheimer.

Aunque cuando pensamos en demencias, lo primero que se nos viene a la cabeza es la Enfermedad de Alzheimer (EA), no todo es EA, existiendo otros tipos de demencia que también se dan con cierta frecuencia.

Así podríamos clasificarlas en demencias subcorticales y corticales:







Subcorticales:


  • La afectación predominante se localiza debajo de la corteza cerebral y el trastorno predominante consiste en enlentecimiento del pensamiento, dificultad para fijar la atención y alteraciones en las funciones ejecutivas (funciones cerebrales que ponen en marcha, organizan, integran y manejan otras funciones) ligadas a estructuras prefrontales. Son frecuentes cambios en la personalidad y en el estado de ánimo. Es habitual encontrar alteración de la marcha, rigidez, movimientos anormales, etc. Entre las demencias subcorticales se encuentran la Enfermedad de Parkinson, Corea de Huntington y Paralisis Supranuclear Progresiva, entre otras.


Corticales

La afectación se localiza en la corteza cerebral. Predominan las alteraciones de memoria, lenguaje, praxias (habilidad para poner en marcha programas motores de manera voluntaria y, normalmente, aprendidos) y gnosias (capacidad de elaborar, interpretar y asignar un significado a la información captada por los sentidos). Los trastornos motores están ausentes o aparecen tardíamente.  Entre las demencias corticales se encuentran la Enfermedad de Alzheimer, Demencia frontal o frontotemporal, Enfermedad de Pick, entre otras.

Cortico-Subcortical

Las Demencias Vasculares tienen un importante componente subcortical, pero con frecuencia existen alteraciones focales corticales (lenguaje, memoria, praxias y gnosias). En el caso de la Demencia por Cuerpo de Lewy difusos, también se observan alteraciones corticales y subcorticales.

La elevada prevalencia de los dos tipos más frecuentes de demencia, la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular, constituye un asunto de primer orden y origina un considerable número de problemas sociosanitarios y familiares, los cuales, junto al progreso en el conocimiento y el desarrollo de nuevas formas de tratamiento, han determinado un incremento notable en el nivel de información de los ciudadanos y una demanda creciente en las prestaciones sanitarias.

Un diagnostico correcto es fundamental, ya que conlleva la posible identificación de las causas tratables de demencia, cuando existan, o la posibilidad de enlentecer el proceso en otros casos.


La demencia es un proceso clínico, crónico y progresivo, en el que los síntomas y necesidades van cambiando y que afecta al propio enfermo y a sus cuidadores. Por ello, se necesita de un diagnostico y evaluación clínica continuada, un plan de tratamiento global de sus necesidades y educación, información y apoyo dirigido tanto al paciente como al cuidador para incorporarlos en la toma de decisiones. De esta forma, se podrán potenciar las capacidades residuales del enfermo, promoviendo su autonomía y aumentando el bienestar y calidad de vida, tanto del paciente como de la familia.


BIBLIOGRAFÍA
Fernández-Ballesteros, R. (Dir.) (2000). Gerontología Social. Madrid. Editorial Pirámide. ISBN:
84-368-1437-1.
Alberca Serrano R. Demencias: diagnóstico y tratamiento. Barcelona: Masson; 1998. ISBN: 84-458-0742-0.

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lunes, 30 de marzo de 2015

EJERCICIOS PARA FORTALECER TU MENTE Y SENTIRTE BIEN

Hábitos saludables y formas de pensar para fortalecer nuestro cerebro


SI QUEREMOS TENER UN CEREBRO PREPARADO  PARA  SOPORTAR ADVERSIDADES Y MANTENERNOS CON LA FORTALEZA NECESARIA PARA HACER FRENTE A LAS EXIGENCIAS COTIDIANAS SIN DECAER, LO TENEMOS QUE FORMAR ADQUIRIENDO HÁBITOS SALUDABLES Y FORMAS DE PENSAR ADAPTADAS.



Un deportista que quiera conseguir metas lo primero que hace es establecer un programa de entrenamiento que consiste en una serie variada de ejercicios que le ayudaran a conseguir objetivos a corto plazo hasta lograr la meta elegida.
El cerebro es como un músculo que también necesita entrenamiento para adquirir los objetivos que nos propongamos: si queremos ser arquitectos hemos de entrenarlo en la concentración, constancia, memorización etc. e ir cumpliendo los objetivos marcados en cada curso para completar los conocimientos necesarios que nos acreditaran como arquitecto.
RECOMENDACIONES:
Disponte para el cambio
La vida es un proyecto  en constante evolución, no rehuyas los retos que se te va presentando,  avanza para conseguir una vida más plena y enriquecida, la vida que realmente quieres llevar. Los seres humanos nos diferenciamos de los animales por nuestra capacidad de evolucionar. Las aves hacen su nido como lo ha hecho siempre
Aprende a conocerte y  averigua por qué evitas el cambio, si es por la incomodidad de hacer algo nuevo, o  por eso de más vale lo malo conocido que… No te conformes con una relación poco sana que no te hace feliz o una forma de vida que te agobia…tolera las molestias que   puede ser el primer paso de un largo camino en busca de una vida mejor. Cuanto más te esfuerces por tolerar esas molestias que conlleva el cambio, más protagonista serás de tu vida porque confiarás en tu capacidad para controlar el futuro.
¿Para qué te sirve compadecerte?
No podemos evitar muchos de los  problemas y preocupaciones de la vida, pero sentir pena por uno mismo es una elección que no arregla los problemas Si eres propenso a sentir pena por ti mismo cuando las cosas se complican, entrena el cerebro para cambiar la autocompasión por buscar las mejores alternativas para resolver los problemas. Canaliza tu energía de forma efectiva
No pierdas el tiempo ni la energía en cosas que no se  pueden controlar
Elimina las preocupaciones inútiles En lugar  de prepararnos para la tormenta que va a llegar, nos empeñamos en que  no llegue. No podemos controlar las decisiones de otras personas pero si podemos controlar las nuestras, por lo tanto invirtamos la energía en aquello que tenemos control, para conseguir  lo que sea  mas productivo para nosotros.
No podemos  complacer las expectativas de los demás
Mucha gente dice: "No me importa lo que piensen los demás", pero a menudo es un mecanismo de defensa para escudarse del daño y el dolor asociados al rechazo. Los complacientes son de todo tipo. A veces se ven de lejos y otras veces tienen demasiado miedo a enfadar a los demás. Hacer y decir cosas que pueden no gustar requiere coraje, pero para llevar una vida auténtica hay que vivir de acuerdo con tus valores, aunque tus elecciones no sean populares.
 Miedo a correr riesgos calculados
Cada día tomamos decenas (o cientos) de decisiones sin dedicar mucho tiempo a considerar los riesgos que estamos corriendo. Tomar decisiones basadas en el miedo no es una buena forma de calcular el riesgo. Las emociones a menudo son irracionales y poco fiables. No puedes alcanzar objetivos  extraordinario sin correr riesgos, y aprender a calcular bien el riesgo es una forma de tomar mejores decisiones.
 Vivir en el pasado
Aunque reflexionar sobre el pasado y aprender de él es útil para fortalecer la mente, dar demasiadas vueltas a las cosas que no nos gustaron o nos salieron mal,y volver a sentir el mismo malestar de entonces, puede ser perjudicial porque nos impide avanzar. Quedarse en paz con el pasado para poder vivir el presente y planear el futuro puede ser duro, sobre todo si has pasado muchas desgracias, pero es un paso necesario para dar lo mejor de ti.
 Cometer los mismos errores una y otra vez
Estaría bien aprender de cada error y asegurarnos de que no vuelvan a repetirse. Pero la realidad es que tendemos a cometer los mismos errores. Aprender de ellos requiere humildad y voluntad para buscar nuevas estrategias y conseguir nuestros objetivos. Las personas con buena autoestima no esconden sus errores ni buscan excusas , sino que los utilizan como oportunidades para evolucionar., porque cuando hemos reconocido nuestros errores hemos aprendido.
Molestarse por el éxito de otras personas
Que un compañero consiga un ascenso o que un amigo hable de sus logros puede hacer que sintamos envidia. Aun así, sentirse mal  por el éxito de otras personas sólo interferirá en tu capacidad para conseguir tus propios logros. Si estás seguro de tus propias posibilidades de éxito, dejarás de envidiar a los demás y te dedicarás a conseguir tus proyectos.
Tener miedo a pasar tiempo solo
Este temor es responsable de que a veces elijamos mal la compañía porque lo hacemos de forma apresurada por ese temor a quedarnos solos.
Muchas personas evitan el silencio y la soledad porque la falta de actividad les hace sentir incómodos. Sin embargo, el tiempo con uno mismo es esencial para fortalecer la mente.  Las personas mentalmente fuertes buscan oportunidades para estar solos con sus pensamientos, reflexionan sobre su progreso y buscan objetivos para el futuro.
Sentir que el mundo les debe algo
Es fácil ser consciente de tus derechos. Pero esperar que el mundo -o que la gente- te dé lo que crees que te deben, no es una buena estrategia de vida porque te frustraras cuando otros no te dan lo que esperas. Si estás ocupado intentando obtener lo que crees que mereces, no te quedará tiempo para ver lo que tienes que dar tú. Tienes derecho a pedir lo que crees que te mereces pero sería bueno saber  que el otro también tiene el derecho de no complacerte. Todo el mundo posee dones que se pueden compartir, independientemente de si les han tratado de forma justa o no en la vida.
 Esperar resultados inmediatos
Estaría genial tener todo al alcance de la mano y que bastara con pulsar un botón. Estamos  acostumbrados  a tener las cosas en el momento, fijémonos en la competitividad por dar un servicio a más velocidad en el mundo de la informática, la velocidad cuenta y   nuestros cerebros empiezan a creer que todo tiene que ocurrir de al instante. Pero el crecimiento de uno mismo se produce más bien al ritmo de un caracol, no a la velocidad de la luz. Independientemente de si intentas adelgazar o mostrarte más atento, ten en cuenta que no llega más lejos quien más corre. Si sólo esperas resultados inmediatos, te llevarás más de una decepción. Las personas mentalmente fuertes saben que el verdadero cambio requiere tiempo y están dispuestos a esforzarse al máximo por ver los resultados. Volvemos al ejemplo de fortalecer los músculos: precisa del tiempo necesario  haciendo ejercicio
La buena noticia es que todo el mundo tiene la capacidad de fortalecer su mente. Pero, para hacerlo, tienes que ser consciente de ti mismo, de los pensamientos, conductas y sentimientos autodestructivos que te impiden aprovechar todo tu potencial. Si observas zonas que necesitan mejorar, realiza ejercicios mentales para crear hábitos sanos y fortalecer el músculo de la mente.

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