miércoles, 2 de septiembre de 2015

LO QUE NO DEBEMOS DECIR A NUESTROS HIJOS

Errores frecuentes que cometen algunos padres por desconocer las consecuencias negativas que pueden tener en sus hijos.



La niñez es una etapa de la vida donde la educación y las vivencias son sumamente importantes para estas personitas que van desarrollando sus conocimientos del mundo  y su persona, de ahí la importancia de los mensajes que reciben  sobre sí mismos y sus capacidades , sobre todo de personas tan importantes para ellos como son sus padres

Los padres suelen cometer errores bastante comunes con sus hijos, sobre todo en un enfado, sin darse cuenta  de las consecuencias negativas que pueden provocar en su autoconcepto o autoestima.

Cosas que no debemos decir a nuestros hijos

Evita las comparaciones

Sabemos que las comparaciones a cualquier edad son odiosas, pero en la infancia, donde están empezando a formar el concepto de sí mismos, en gran parte a través de lo que dicen de ellos sus padres, frases como “a ver si aprendes de tu hermana” o “tú eres muy vago pero listo, tu hermana sin embargo es muy responsable y constante”  es posible que las interioricen  de forma    “no estudio porque soy vago”.

No equipares lo que es con lo que hace. 

A la hora de juzgar malos hábitos o conductas, siempre recriminarle lo que hace mal, no  su persona. Es importante diferenciar lo que hace de lo que es. La persona no es lo que hace, es mucho más que eso.

No son malos, se han portado mal. No son torpes, les cuesta hacer esto o no tienen habilidad para aquello. Sanciona la conducta pero NO su persona.

No les amedrentes como un recurso para educarlos. Muchas veces, ante la desesperación, cuando un niño no quiere irse a la cama, no obedece etc., utilizamos la estrategias de asustarlos- “no vayas ahí que hay un monstruo” , “si no te duermes, vendrá el hombre del saco” “ te cierro a oscuras en..” . Esta es una de las causas por las que un niño será miedoso y  no querrá dormir solo, tendrá miedo a la oscuridad etc..

Evita las imposiciones, el  ¡ porque lo digo yo!. En ocasiones damos órdenes a los niños  y cuando nos piden explicación les soltamos esa frase tan contundente Es preferible una pequeña explicación,  así el niño interiorizará  por que determinadas cosas no se deben hacer. Aunque la rotundidad de la imposición a corto plazo da resultado a largo plazo hará o dejará de hacer las cosas en presencia de quien le pueda reprender, pero hará lo que no debe en su ausencia. Si interioriza las normas las respetará independientemente de quien esté presente porque formaran parte de su sistema de valores.

Quita ya lo hago yo, que tu no sabes Deja que se equivoque, si el error no acarrea consecuencias importantes, claro. Cuando pidas a tu hijo realizar una tarea, si no la hace bien no  le digas  a ver, déjame a mí, no le ayuda porque  también se aprende  de los errores. Valorar los pequeños aciertos de esa tarea y animarle a seguir con la confianza de que lo va a conseguir, fomentará la seguridad en sí mismo, en su capacidad de conseguir objetivos.  

Las amenazas de retirarle el cariño y la indiferencia pueden ser lo que más daño psicológico  le produzca a un niño. Dejar de hablarle, ignorarle, decirle ya no te quiero, como castigo, es nefasto porque ellos no diferencian entre la realidad y la mentira.

Nacemos sin saber lo que somos y lo vamos aprendiendo por lo que nos dicen o trasmiten nuestros padres,  profesores, compañeros..y las experiencias vividas. Los padres tienen una gran responsabilidad en el desarrollo de la autoestima  de sus hijos.

 ROSA TORRES

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