jueves, 16 de enero de 2014

CÓMO SABER SI MI HIJO ES VÍCTIMA DE ACOSO ESCOLAR (BULLYING)

SÍNTOMAS QUE PRESENTA UN NIÑO VICTIMA  DE ACOSO ESCOLAR (BULLYING)

El bullying o acoso escolar es una forma de maltrato entre compañeros que se manifiesta  de diversas  formas:
§         Agresiones físicas, peleas, palizas
§         Agresiones verbales: insultos, motes
§         Aislamiento social, bien impidiendo al joven participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.
§         Agresiones psicológicas: provocar miedo, manipular, ridiculizar, obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer
§         Destrozos de los materiales personales

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El agresor o agresores acosan a la víctima en lugares donde no hay vigilancia de profesores u otros adultos como baños, pasillos, en el comedor o en el patio.


En la mayoría de los casos la victima del acoso lo oculta  por miedo a las represalias de sus agresores, por lo que es muy difícil para los padres conocer por lo que está pasando su hijo.

Señales que nos pueden alertar de que están sufriendo acoso escolar

Las víctimas propicias son niños sensibles, tímidos que no protestarán  por vergüenza pero aparecen una serie de señales que pueden poner a los padres en alerta:

§         Cambios en su comportamiento, se les nota tristes o irritables, malhumorados con trastornos del sueño y falta de apetito.
§         Dolores de barriga y náuseas que mejoran los viernes por la tarde y empeoran domingo por la noche o lunes por la mañana.
§         Pérdida de pertenencias escolares o personales, bolígrafos, algún juego, móvil
§         Marcas de violencia física, hematomas o rasguños que justifica como caidas o accidentes jugando.
§         Evita salir de casa, no muestra interés por relacionarse con sus compañeros, se niega a salir a paseos o visitas escolares, se niega a asistir a la escuela o insiste en que le acompañen a entrar en el colegio.
§         Bajada del rendimiento escolar.

Cuando un niño o adolescente tiene síntomas depresivos es conveniente descartar, entre otras cosas, que esté padeciendo bullying porque es un importante factor de riesgo tanto en el desarrollo de una depresión como en su mantenimiento.

 La visita a la consulta de un psicólogo es de gran ayuda para descubrir si está siendo acosado, ayudarle con estrategias de afrontamiento y tratar los trastornos psicológicos que el bullying le haya causado.

Estamos esperando tus comentarios... y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo en tus redes sociales. Cualquier duda te puedes poner en contacto con la psicóloga Josefina Rodríguez Merino 




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miércoles, 15 de enero de 2014

Os dejamos una breve reseña sobre el libro La Inutilidad del Sufrimiento

Las Claves para aprender a vivir de manera positiva

Mª Jesús Álava Reyes | Biblioteca Mª Jesús Álava Reyes

Os dejamos una breve reseña de este libro, que aunque lleva publicado más de 10 años, os puede servir de ayuda. Nos presenta una nueva forma de afrontar la vida, dejando el sufrimiento y aprendiendo a vivir de manera positiva.

¿Alguna vez ha pensado cuántas ilusiones y esperanzas se pierden cuando sufrimos, cuánta energía desperdiciamos? ¿Cree que se justifica tanto dolor y ese frecuente sentimiento de malestar? ¿Es acaso la felicidad tan imposible?

A pesar de que muchas personas se sienten prisioneras de su forma de ser o de actuar, de sus nervios o de los errores que quieren evitar y con los que tropiezan una y otra vez, no hay nada que justifique ese encadenamiento, ese sufrimiento tan inútil como prolongado. Aprender a vivir de manera positiva es encaminarnos hacia la ilusión.

Mª Jesús Álava Reyes, con más de treinta años de experiencia en el ámbito de la psicología, reúne en este libro -del que se han vendido más de 200.000 ejemplares- sugerentes reflexiones, pautas de comportamiento, ejercicios de autocontrol y numerosos testimonios que nos explican cuáles son las claves para no entender la vida como una tragedia, sino como un presente, lleno de oportunidades, que hay que aprovechar día a día.

Por cortesía de 'La Esfera de los libros' les ofrecemos la introducción de 'La inutilidad del sufrimiento' 

¡Nos pasamos la vida sufriendo! 

¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar con qué facilidad sufrimos? o, para decirlo de otra forma, ¿cuánta vida se nos escapa sufriendo?, ¿cuánta energía desperdiciamos?, ¿cuántas ilusiones y esperanzas tiramos?, ¿cuántas ocasiones perdemos?, ¿cuántas alegrías ahogamos?...
Realmente, ¿hay justificación a tanto sufrimiento?, ¿la vida es tan difícil y la felicidad tan imposible?, ¿de verdad nos creemos que nuestro destino es sufrir?, ¿que estamos «aquí» para pasarlo mal?... Casi nadie, al menos en nuestra sociedad occidental, contestaría de forma afirmativa a estas preguntas, pero lo cierto es que parecen actuar como si creyeran en un destino fatalista de la vida. 
Personalmente, desearía que a estas alturas de la historia, en pleno siglo xxi, la mayoría de las personas no se sintieran «atrapadas» por «algo» de lo que no pudieran escapar. No obstante, la verdad es que mucha gente sufre de forma inútil y, además, sufre prolongadamente. 
La psicología, y sobre todo los 25 años de experiencia profesional, me han enseñado muchas cosas, pero quizá lo que más valore es ¡cómo se ha desarrollado mi capacidad de observación! ¡Qué fácil te resulta «mirar y ver» cuando has aprendido a hacerlo!; pero ¡qué difícil! les resulta la vida a las personas que se sienten atrapadas por su trabajo, por sus estudios, por sus padres, por sus parejas, por sus hijos, por su edad…; en definitiva, atrapadas por sus circunstancias y sin aparente posibilidad de «ver» la salida o la solución final. 
La verdad es que sin darnos cuenta repetimos conductas, rutinas, costumbres, hábitos..., formas de actuar que, inexorablemente, nos hacen sentirnos mal, pero que se nos antojan imposibles de evitar. Ante lo que consideramos una mala noticia nos preocupamos, en lugar de prepararnos para superarla en las mejores condiciones; los contratiempos nos alteran y con facilidad nos dispersan, dificultándonos la búsqueda de las mejores opciones; rápidamente vemos en los acontecimientos la parte negativa, las dificultades, los obstáculos, en lugar de las oportunidades que encierran. Al final sufrimos y, de nuevo, sufrimos inútilmente. 
La primera vez que me quedé muy impactada por la falta de felicidad que parecía tener la mayoría de las personas que me rodeaban fue a finales de los años setenta. Entonces, yo era una persona muy joven, recién licenciada, entusiasmadísima con mi trabajo y… muy sorprendida ante la aparente infelicidad que veía a mi alrededor. No se me ocurrió otra forma mejor que intentar «medir» la satisfacción o insatisfacción que las personas sentían en su vida. Ni corta ni perezosa, dentro de lo que entonces era mi ámbito laboral, en el transcurso de las entrevistas personales que realizaba para hacer la historia de los niños y comentar el desarrollo que tenían, pregunté a aproximadamente 180 parejas de padres, con niños entre uno y seis años, qué opinión de conjunto tenían sobre sus vidas; lógicamente, las preguntas no eran tan literales, pero a través de la información recibida se podía clasificar con bastante precisión a las parejas: las que se sentían en general muy felices y satisfechas, felices, insatisfechas, agobiadas, decepcionadas, atrapadas en el día a día y agotadas ante sus circunstancias. 
Los datos fueron demoledores, tanto que prefiero no transcribirlos. La verdad es que eran un prototipo, quizá avanzado para la época, de lo que hoy día es la realidad para casi todas las parejas jóvenes. En el contexto en que nos movíamos, lo habitual es que ambos padres trabajasen; además, eran lo suficientemente jóvenes como para tener niños menores de seis años, estaban pagando casi todos la hipoteca de la casa, tenían salarios medios y un nivel cultural medio-alto. A pesar de llevar relativamente poco tiempo casados o viviendo en pareja (la media no sobrepasaba los seis años de convivencia), la mayoría se sentían muy agotados con la experiencia de ser padres y simultanear su trabajo con las «obligaciones» y responsabilidades que conlleva la atención de los niños. En muchos casos se mostraban hostiles hacia el otro miembro de la pareja, como si éste tuviera la culpa de su situación, de su agobio, de su falta de tiempo personal. Estas circunstancias influían muy negativamente en su relación y muchos de ellos, si hubieran podido dar marcha atrás, se hubiesen planteado caminos diferentes. No pensemos que su realidad era peor que la que podían tener otras parejas; al contrario, al menos ellos disfrutaban de una guardería en su trabajo, que les prestaba un servicio de indudable calidad, además de proporcionarles más facilidades en el cuidado de sus hijos. 
Pero si la mayoría de estas parejas se sentían agotadas ante las circunstancias de su vida diaria: prisas, tensiones, lucha constante con el reloj, con los imprevistos, con las enfermedades de los niños, con los contratiempos típicos…, ¿cómo creemos que se siente hoy ese segmento tan importante de nuestra población? 
Posteriormente, mi actividad profesional me llevó a seguir trabajando con niños y padres. Además, tuve la suerte, casi desde el principio, de simultanear esta faceta con la psicología clínica (niños, adolescentes, jóvenes, adultos…) y, finalmente, completé mi abanico con una intensa experiencia en el mundo de la psicología de la empresa. La verdad es que no he vuelto a hacer más trabajos estadísticos de este estilo, ¡no quiero deprimirme inútilmente!, pero no tengo dudas sobre cuáles serían los resultados. 
¿Alguien piensa que las circunstancias han mejorado y que hoy día es más fácil compatibilizar la vida profesional y familiar? Seguramente pocas personas se atreverían a contestar de forma afirmativa. 
Mi trabajo como psicóloga abarca todos los ámbitos y los tramos de la población y cada día siento más contraste entre cómo me gustaría ver a la mayoría de la gente y cómo la veo en realidad. 
Con frecuencia, tanto en el ámbito de la formación como en el marco de la consulta, muchas personas me dicen que les encanta verme de buen humor, irradiando energía y «calma». Seguramente, para ellos resulto el prototipo de lo que pueden considerar como una persona agradable, relajada y a la par activa, que se lo pasa bien trabajando y parece ser feliz en su vida personal. 
Yo, que me conozco bien, no me considero nada excepcional, aunque es verdad que en general me encuentro muy a gusto con mi vida; me siento, por el contrario, muy defraudada por la falta de felicidad que veo en la mayoría de las personas. Bien, ¡pues de eso se trata! 
Por supuesto, a veces las circunstancias que nos rodean hacen difícil, muy difícil, que nos encontremos bien, pero si hemos conseguido un buen control de nuestros pensamientos lograremos ser dueños de nuestras emociones, y esas circunstancias podemos verlas como oportunidades para desarrollar nuevas habilidades y recursos, que nos facilitarán el control de nuestras vidas. 
Todos conocemos a personas, supuestamente afortunadas, a las que la vida parece sonreír y, sin embargo, se sienten tremendamente desgraciadas. 
Por el contrario, vemos a seres humanos con vivencias terribles que, a pesar de todo, consiguen mantener un espíritu animoso, y siguen «luchando» con una fuerza constante, cuando no arrolladora, que los lleva a esa sensación tan maravillosa de «encontrarse bien consigo mismos». Esa vivencia es aún más intensa y plena cuando la experimentamos en esos momentos en que la vida parece ponernos a prueba. 
En definitiva, y con palabras llanas, se trata de que nuestro cerebro actúe a nuestro favor y no en nuestra contra. 
Nuestro cerebro nos acompañará siempre, al igual que nuestro Sistema Nervioso Autónomo (SNA) y nuestro Sistema Nervioso Central (SNC). Seguramente, una de las primeras cosas que nos tendrían que haber enseñado es cómo descubrirlos y cómo ponerlos a nuestro servicio. Lejos de esa realidad tan palpable, la verdad es que muchas personas, a pesar de los años que ya llevan a sus espaldas, se siguen sintiendo prisioneras de «sus nervios», de «su forma de ser», de «su manera de actuar», «de ver la vida»… No hay nada que justifique ese encadenamiento, ese sufrimiento «tan inútil como prolongado». Vamos a tratar de aprender cómo controlar nuestra vida y, para ello, descubriremos cómo encaminar mejor a la persona hacia la ilusión y no hacia el sufrimiento.


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domingo, 12 de enero de 2014

PLANTAS QUE FAVORECEN EL SUEÑO

Principales propiedades, indicaciones y contraindicaciones de las plantas que favorecen el sueño

Desde Psicólogos Alcalá y Sevilla os dejamos un pequeño artículo donde es explican de forma breve las propiedades de las plantas que pueden favorecer el sueño.

Recordar que los trastornos del sueño es una causa muy común de la consultas a los psicólogos, por lo que os dejamos esta entrada con información de interés. Cuando los problemas de insomnio son muy frecuentes es conveniente acudir a la consulta del psicólogo, médico de cabecera o especialista para llegar a la naturaleza de ese problema.

Consejos de utilización de plantas medicinales tan comunes como la tila, la valeriana, la parsiflora, la melisa y el espino albar para mejorar los problemas de insomnio

Existen plantas medicinales que ayudan a conciliar el sueño. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce las propiedades sanitarias de algunas plantas, pero por el hecho de ser productos naturales o por ser de uso tradicional, no significa que no tengan contraindicaciones,  por eso es importante conocer no sólo para qué sirven si no también cuando no es conveniente su consumo.  

Por ejemplo se ha descubierto que la kava- kava  planta de la que se usa la raíz como tranquilizante, para el tratamiento del insomnio y de muchas patologías, ha provocado trastornos hepáticos y algunos de sus componentes pueden pasar a la leche materna y causar daño al lactante.

Plantas medicinales recomendables para favorecer el sueño

La tila.

  • Propiedades: hipnótica (efectos edante e inductor del sueño), antitusiva (calma las mucosas respiratorias cuando se tiene tos), antiespasmódica ( efecto relajante sobre el músculo liso bronquial)
  • Indicada: tratamiento del insomnio, nerviosismo, ansiedad, taquicardia
  • Contraindicaciones: consumir con cautela durante el embarazo por falta de estudios que avalen  la seguridad de la planta en ese estado, tampoco se recomienda en pacientes con cardiopatías. Tampoco se recomienda si se padezcan dolores estomacales hasta no saber que los causa porque  puede acentuarlos

 La valeriana.

  • Propiedades: hipnótica (inducen al sueño), relajante muscular, sedante y relajante.
  • Indicada: tratamiento del insomnio, estrés, ansiedad y nerviosismo.
  • Contraindicaciones: potencia el efecto sedante de los barbitúricos, benzodiacepinas, antihistamínicos H1 y los efectos del alcohol.
Aunque no esté  aprobado su uso por la Agencia de Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) para el tratamiento del insomnio, es muy utilizada en varios países. Los estudios disponibles sugieren que facilita la reestructuración del sueño después de varias semanas de tratamiento y consigue así mejorar su calidad. 

A corto plazo, no ejerce ningún efecto sobre la estructura del sueño, aunque el paciente note los beneficios desde el inicio del tratamiento. Es muy importante si se está utilizando en periodos largos debido a un trastorno del sueño que éste sea tratado por el psicólogo o terapeuta especialista.

 La pasiflora.

  • Propiedades: hipnótica suave, ansiolítica, relajante muscular.
  • Indicaciones: insomnio, ansiedad, hipertensión arterial, taquicardias, palpitaciones, migrañas, vértigo, espasmos intestinales, mialgias (dolores musculares).
  • Contraindicaciones: si es ingerida en grandes cantidades puede producir efectos secundarios tales como mareos y estados de conciencia alterados. No se recomienda durante el embarazo y lactancia Algunas sustancias químicas de la Pasiflora podrían ocasionar contracción del útero. No debe consumirse dos semanas antes de una intervención quirúrgica. Tomar Pasiflora junto con medicamentos sedantes podría ocasionar demasiada somnolencia y con alcohol podría potenciar su efecto.

La melisa

  • Propiedades: Sedante, digestiva, carminativa (disminuye los gases digestivos), espasmolitico (relajante muscular)
  • Indicaciones: ansiedad, nerviosismo, inapetencia, gastritis, espasmos intestinales, eructos, acufenos (zumbidos de oídos).
  • Contraindicaciones: hipotiroidismo, embarazo y lactancia.

El espino albar.



  • Propiedades: sedante, vasodilatador coronario, hipotensor ligero, regulador del ritmo cardíaco.
  • Indicaciones: nerviosismo, insomnio, riesgo de angina de pecho, ansiedad, irritabilidad.
  • Contraindicaciones: no esta indicada con tratamientos de ansiolíticos  o cardiotónicos. 
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martes, 7 de enero de 2014

Video sobre Insomnio y somnolencia.

Os dejamos un video sobre TRASTORNOS DEL SUEÑO


INSOMNIO, HIPERSOMNIA, APNEA DEL SUEÑO, NARCOLEPSIA, PARASOMNIAS y TRASTORNOS DEL RITMO CIRCADIANO


De todos los trastornos citados el insomnio es el más frecuente en nuestra sociedad, os dejo un video explicativo, con varios testimonios, sobre el insomnio y la somnolencia.

Cualquier tipo de pregunta o consulta no dudéis en poneros en contacto con Psicóloga Josefina Rodríguez. Pondremos toda nuestra experiencia como psicólogos a vuestro servicio para ayudaros.






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domingo, 5 de enero de 2014

La depresión posparto

Causas, síntomas y tratamiento de la depresión posparto tanto en atención primaria como con psicólogo


Image courtesy of David Castillo Dominici / FreeDigitalPhotos.net

La depresión posparto, también conocida por depresión postnatal o depresión puerperal, es una depresión que padecen algunas mujeres tras el parto.

Aunque lo normal es que la depresión posparto se presente durante los tres meses siguientes de dar a luz puede aparecer incluso un año después. La intensidad de los síntomas depresivos varían de moderados a severos.

Causas que provocan la depresión posparto

Son varias las causas que pueden provocar una depresión:

  • Cambios hormonales durante el embarazo y después del parto
  • Nacimiento del hijo con una enfermedad o anomalía congénita.
  • Sueño interrumpido varias veces durante la noche y casi a diario
  • Falta de descanso
  • Anemia, infección de orina, etc..
  • Poco tiempo libre para dedicarse al ocio que era habitual
  • Pérdida de las rutinas establecidas con anterioridad
  • Preocupaciones acerca de los cuidados del bebé.
  • Cambios en las relaciones de pareja al integrar al hijo en la dinámica familiar.
  • Cambios en el trabajo
  • Cambios en las relaciones sociales y familiares

La mujer tiene mayor probabilidad de padecer depresión posparto:

  • Si el embarazo no ha sido deseado
  • Si tiene antecedentes de depresión o trastornos de ansiedad con anterioridad al embarazo o en partos anteriores
  • Si familiares cercanos (madre, hermanas) han padecido depresión posparto
  • Vivió un hecho estresante durante el embarazo o el parto, por ejemplo, una enfermedad, muerte o padecimiento de un ser querido, un parto difícil o de emergencia o  un parto prematuro.
  • Tiene una mala relación con la pareja o es soltera.
  • Tiene problemas financieros o de vivienda.
  • Tiene poco apoyo de la familia, los amigos o la pareja.


Síntomas de la depresión posparto

Es normal que durante los primeros quince días que suceden al parto aparezcan sentimientos de ansiedad, irritación, tristeza, llanto e inquietud. Estos síntomas casi siempre desaparecen pronto, sin necesidad de tratamiento,  pero cuando eso no ocurre y los síntomas de la depresión aparecen al mes o meses después de haber dado a luz, podríamos diagnosticar una depresión posparto tanto en una atención primaria como en una consulta con el psicólogo.

Los síntomas de depresión posparto son los mismos que los síntomas de la depresión que ocurre en otros momentos en la vida:

  • Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi todos los días.
  • Marcada disminución del interés o placer en casi todas las actividades (Anedonia) la mayor parte del día, casi todos los días.
  • Insomnio o por el contrario sueño excesivo (hipersomnia) casi todos los días.
  • Cambios en el peso o en el apetito.
  • Cansancio o pérdida de energía, con dificultad para realizar las tareas en el hogar o el trabajo, cada día. Puede sentirse incapaz de cuidar de sí misma o de su bebé.
  • Agitación o enlentecimiento en los movimientos casi cada día.
  • Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse o indecisión casi cada día.
  • Pérdida de memoria.
  • Sentimiento de inutilidad o  de culpa casi cada día.
  • Sentirse retraída o desconectada del mundo.
  • Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
  • Ansiedad considerable.
  • Temor de quedarse sola con el bebé.
  • Tener sentimientos negativos hacia el bebé o incluso pensar en hacerle daño.
  • Preocuparse intensamente por el bebé o tener poco interés en él.

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Tratamiento de la depresión posparto, atención primaria y psicólogo.

Si padeces estos síntomas recurre a tu medico de atención primaria para que te derive a salud mental y recibas  tratamiento farmacológico, si la gravedad de los síntomas así lo requieren, y, en cualquier caso, visita al psicólogo para comenzar una terapia psicológica cognitivo-conductual, que es la terapia de referencia por su eficacia probada en el tratamiento de la depresión.

Además sería conveniente:

  • Solicitar ayuda a la pareja, familia y amigos para los cuidados del niño y las tareas de la casa.
  • Hablar de cómo se siente, qué piensa y le preocupa
  • No hacer ningún tipo de cambios importantes estando con depresión.. En tiempos de tribulación no hacer mudanza
  • No intentar hacer demasiadas cosas o hacerlas perfectas.
  • Andar un rato todos los días con luz solar es un buen antidepresivo natural.
  • Ajustar las horas del sueño con las del niño, es importante dormir.


Referencias
Cohen LS, Wang B, Nonacs R, et al. Treatment of mood disorders during pregnancy and postpartum. Psychiatr Clin North Am. 2010 Jun;33(2):273-93.

Hirst KP, Moutier CY. Postpartum major depression. Am Fam Physician. 2010 Oct 15;82(8):926-33.

Actualizado: 9/19/2012

Versión en inglés revisada por: David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M. Health Solutions, Ebix, Inc. David B. Merrill, MD, Assistant Clinical Professor of Psychiatry, Department of Psychiatry, Columbia University Medical Center, New York, NY.

Traducción y localización realizada por: Dr. Tango


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sábado, 4 de enero de 2014

LOS ANTIPSICÓTICOS PUEDEN EMPEORAR LAS PERSPECTIVAS DE RECUPERACIÓN

Terapia psicólogica cognifitvo-conductual para tratar los problemas de psicosis

Los antipsicóticos de primera y segunda generación, son beneficiosos a corto plazo pero pueden empeorar las perspectivas de recuperación de los pacientes si se mantienen a largo plazo.

(revista JAMA- http://www.nebi.nml.nih.gov/pubmed/23824214)

El director del Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU (National Institute of Mental Health-NIMH), la agencia de investigación biomédica en salud mental más importante del mundo, apoya como tratamiento más eficaz de la psicosis la combinación de la ayuda de psicólogo y terapia psicológica cognitivo-conductual, la educación y el apoyo a la familia y un empelo tutelado,  porque mejora las habilidades sociales, la solución de los problemas que se plantean en la vida cotidiana y disminuyen las recaídas.

Si bien los síntomas positivos (alucinaciones y los delirios) y las ideas paranoides se reducen con los antipsicóticos, rara vez los pacientes recuperan su funcionamiento normal y si  para algunos pacientes  el tratamiento a largo plazo podría ser un obstáculo para su recuperación, para otros el suspender la medicación podría ser desastroso, y añade que los antipsicóticos no alivian los síntomas negativos (falta de sentimientos, falta de motivación), ni los problemas de atención y de capacidad de razonamiento, que son obstáculos para llevar una vida sana y productiva

Estas investigaciones ponen en valor los programas y ayuda de psicólogos y tratamientos psicológicos cognitivo-conductuales en el tratamiento de la  psicosis y exponen los perjuicios que puede causar un tratamiento prolongado con antipsicóticos en algunos pacientes porque posiblemente lo que hoy llamamos esquizofrenia puede comprender trastornos con muy diferentes trayectorias (Thomas Insel).


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jueves, 2 de enero de 2014

Los propósitos de cada año nuevo

Consejos del psicólogo a la hora de conseguir esos propósitos que nos hacemos cada comienzo de año.

Terminando el 2013 te has hecho propósitos para realizar en 2014, algunos  se van arrastrando de otros años, con la creencia firme de cumplirlos.

Los propósitos más populares son:  Hacer ejercicio físico, dejar de fumar, dejar el alcohol, perder peso, aprender inglés…

Parecen propuestas fáciles de cumplir pero ¿por qué te cuesta tanto hacerlo?

Pongamos como ejemplo perder peso. 

Lo primero que debes  plantearte es para qué quieres perder peso. Puede ser por salud, para gustarte o gustar más, porque la ropa ya no me cabe, porque te vas a casar  este año. etc.

Te programas haciendo una dieta estricta (muchas veces de esas milagrosas), además te apuntas al gimnasio y quizá también salgas en bici alguna que otra tarde, todo en un intento desesperado por perder peso en el menor tiempo posible y con poco esfuerzo, pero eso sí, con mucho entusiasmos y energía. A los  pocos meses vuelves a tus antiguos hábitos, con mil excusas que lo justifican, parece que tus objetivos, una vez más no se van a conseguir y te desilusionas, te sientes mal porque te crees incapaz de lograrlo.

Consejos del psicólogo para adelgazar y perder peso


Puedes conseguirlo, si de verdad quieres, siguiendo estos consejos:

Lo primero que vas a hace es conocer las causas de tu sobrepeso ¿lo origina alguna enfermedad médica,  malos hábitos de alimentación, problemas psicológicos o todo ello?

Lo segundo acudir a tu médico, quien seguramente te hará el estudio correspondiente y te derivará a un especialista en nutrición  para que te ponga la dieta adecuada a tu edad, a tu patología, si la tuvieras, y a la actividad física que desarrolles; también te irá controlando la evolución de tu peso y la salud  a lo largo del tiempo.

Tercero solicitar la ayuda de un psicólogo si  la ansiedad o el desánimo hacen difícil controlar los impulsos de comer o si cuando te surgen problemas o situaciones tensas acostumbras a comer en exceso, entonces debes consultar también a un psicólogo para descubrir la raíz emocional que desemboca en problemas de control de los  impulsos de comer.

Otro motivo para solicitar la ayuda de un psicólogo es la aplicación de un  programa de adhesión a las dietas, recomendadas por el especialista en nutrición, que consiste en la adquisición de nuevos hábitos y desarrollo de la motivación suficiente para mantenerlos en el tiempo, adaptándolo a tu estilo de personalidad


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