jueves, 14 de agosto de 2014

CELOS INFANTILES: EL PRINCIPE DESTRONADO (y II)

Continuamos con esta segunda entrada dedicada a los celos infantiles.

El niño/a intenta constantemente llamar la atención mediante gritos, saltos, golpes o provocando el enfado de sus padres.

consejos para controlar mis rabietas


Síntomas físicos de los celos infantiles

El niño/a se queja constantemente de dolores en la zona abdominal, cabeza o puede incluso presentar vómitos, siendo descartados como síntomas médicos.

Problemas de alimentación

El niño/a comienza a mostrar conductas alimenticias desadaptativas como negarse a comer o mostrar un aumento en la ingesta de alimentos.

Problemas de sueño

Pesadillas, querer dormir en la cama de los padres, insomnio, sueño intranquilo…

Problemas escolares

Negarse a ir a la escuela, bajar el rendimiento, problemas con los compañeros o profesores…

Cómo actuar ante los celos infantiles


  • Comprender. Los celos son la  manifestación de una situación que hace sentir al niño/a indefenso e inseguro. Comprender cuales son los sentimientos que expresan el niño/a ayudará a mejorar nuestra actitud ante estas situaciones.
  • Expresar. Dejar que exprese, de una forma adecuada, sus sentimientos ayudará a canalizar el malestar del menor.  Utilizando juguetes inofensivos o  salir a correr a lugares adecuados puede ayudar al niño/a a liberar la ansiedad. Además, es adecuado enseñarle a expresar sus sentimientos de manera adecuada, verbalizando sus miedos y deseos.
  • Evitar comparaciones entre hermanos y frases del tipo “tu hermanito es más pequeño y me necesita más” ya que puede generar conductas regresivas   ( no controlar el pipí, hablar y comer como un bebé…)
  • Ignorar conductas inapropiadas. El niño/a realiza conductas inadecuadas ( gritar, golpear, no comer…) para llamar la atención de sus padres, debemos ignorar este tipo de conductas ya que de este modo estaríamos reforzándolas y aumentando su probabilidad de aparición. Es importante no ceder ante conductas que antes del nacimiento del bebé estuvieran restringidas; seguir las mismas reglas y hábitos en casa ayudará al menor a adaptarse a la nueva situación familiar.

Amentar el vínculo entre hermanos. Si el niño/a deja de ver al bebé como una amenaza disminuirá su ansiedad y temor. Reservando un tiempo para el niño/a, incluirlo en las tareas de cuidado y premiar expresiones y conductas positivas, son algunas de las pautas que pueden ayudar a crear un vínculo afectivo consolidado y seguro entre hermanos.

Cuándo debemos pedir ayuda a un profesional especializado en psicología infantil


  • Si tras seis meses desde el nacimiento del bebé, el niño/a no ha conseguido adaptarse a la nueva situación familiar
  • Cuando las conductas agresivas hacia él mismo, el hermano u otra persona son peligrosas.
  • Si muestra baja autoestima, problemas de relación con los otros, cambios significativos en el rendimiento escolar, conductas depresivas, ansiedad u otras conductas que puedan repercutir negativamente en el bienestar del menor.
  • Si la nueva situación familiar ha creado un desequilibrio, no solo en el niño/a, sino en las relaciones entre los miembros de la familia.

Simplemente si observamos que nuestro hijo/a no es feliz, es el momento de pedir ayuda de psicólogos infantiles


Estamos esperando tus comentarios... y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo en tus redes sociales. Cualquier duda te puedes poner en contacto con la psicóloga Josefina Rodríguez Merino


|
|
|

No hay comentarios:

Publicar un comentario