Cuando un PROFESOR es ACOSADO por un alumno es muy frecuente que sufra indefensión y que abandone el Centro de Enseñanza.
He encontrado un buen articulo, publicado por Consumer, que me ha parecido interesante por la forma tan completa de abordar esta problemática, que por desgracia va en aumento y quiero compartirlo con todos los docentes, victimas de acoso por sus alumnos, con mi solidaridad.
Los profesores, victimas de acoso, pasan por diferentes etapas:
- La incertidumbre o desconcierto ante las conductas problemáticas y/o con cierto grado de agresividad hacia ellos, nota que no son casuales porque se van repitiendo en el tiempo.
- Incredulidad o sorpresa, ante el aumento y la gravedad de las formas en las que se dirigen hacia ellos, (falsos testimonios, quejas al director o jefe de estudios del centro acerca del trato discriminación negativa que percibe de ese/a profesor/a, etc.) se va confirmando la sospecha de que se trata de un acoso, pero por qué si no tiene motivos, no ha hecho nada para merecerlo. "No lo entiendo" es la frase que más se repite en estos casos.
- Incomprensión. Cuando los padres del acosador/a , ante las quejas de acoso de su hijo/a, van al colegio a mostrar su descontento al director y pedirle explicaciones, se encuentra con que su conducta o docencia a veces es cuestionada, no solo por el director si no por instancias superiores.
- Indefension, Trata de explicarse, con gran sorpresa, porque no comprende lo que pasa por más explicaciones dadas sobre las incongruencia de las quejas, porque el/ella es la victima, no el acosador/a.
- Desamparo cuando no encuentra apoyos de la dirección del centro, y de algunos compañeros, y se le propone pasar pagina, evitar escándalos, porque a la Delegación de Educación han llegado los padres del alumno/a pidiendo "la cabeza" de esa/e profesor/a que acosa a su hijo/a Nadie quiere problemas y lo mas fácil es callar al docente.
- Baja laboral por depresión, trastorno de estrés postraumático y en el peor de los casos abandono del centro
Os dejo la entrevista realizada a Inmaculada Sánchez con una completa exposición de este problema:
Inmaculada Suárez, coordinadora del servicio del Defensor del Profesor
Problemas para dar clases, acoso y amenazas de alumnos, daños a propiedades
o agresiones de padres son algunos de los conflictos a los que tienen que hacer
frente día a día algunos docentes en las aulas de los centros educativos de
nuestro país. Muchos lo callan. Otros, buscan ayuda. Como los más de 10.500
profesores que han contactado ya con el Defensor del Profesor, un
servicio gratuito de atención y ayuda psicológica puesto en marcha en 2005 por
la Asociación Nacional de Profesores (ANPE) de Madrid, ante el incremento de
los problemas de convivencia escolar entre profesores y alumnos. En la
actualidad, está instaurado en 16 comunidades autónomas.
Inmaculada Suárez, psicóloga y diplomada en
Profesorado de Educación General Básica, es la coordinadora del Defensor del
Profesor desde sus inicios. En su puesto, atiende cada día muchas de las
llamadas de los docentes que buscan apoyo y asesoramiento. Tal como se recoge
en el último informe estatal del curso 2008-2009, el 45% de los profesores que
contactan desarrollan cuadros de ansiedad, un 20% tiene síntomas de depresión y
un 14% está de baja laboral.
¿Ser profesor es una profesión de
riesgo?
Puede ser una profesión maravillosa o convertirse en
un problema. Todo depende del apoyo que se reciba y de la actitud que tanto
padres como Administración adoptan cuando el profesor ejerce su derecho a hacer
cumplir unas normas básicas de convivencia. Éstas benefician a toda la
comunidad educativa y tienen como objetivo algo tan elemental como crear un
clima de respeto dentro del centro y salvaguardar el derecho a la educación que
por ley tienen los alumnos.
¿Qué conclusiones del último informe delDefensor del Profesor le han llamado más la atención?
La actitud que adoptan algunos padres de defensa a
ultranza de sus hijos, sin contrastar con otras fuentes la versión que ellos
les dan de unos determinados hechos. Los profesores dicen que, con frecuencia,
se sienten desautorizados por algunos padres cuando a estos alumnos se les
intenta poner límites o se pretende que cumplan unas normas elementales de
convivencia.
¿Por qué motivos acuden los docentes al
Defensor?
"El detonante de estas denuncias es la
indefensión a la que se sienten sometidos algunos docentes"
Son diversos: problemas para dar clase, agresiones,
acoso, faltas de respeto, amenazas y falsas denuncias tanto por parte de
alumnos como de padres; la utilización de las nuevas tecnologías para acosar,
difamar o difundir agresiones; los daños que causan a sus pertenencias o al
mobiliario del centro; o las presiones que reciben para que modifiquen las
calificaciones. Pero el detonante de estas denuncias es la indefensión a la que
se sienten sometidos cuando las personas que llevan a cabo estas conductas
quedan impunes y, por lo tanto, salen reforzados de ellas.
Cuando un alumno agrede verbalmente a un
profesor, ¿qué medidas legales sancionadoras puede adoptar el docente?
En las distintas comunidades autónomas hay leyes
educativas por las que se establece el marco regulador de la convivencia en los
centros escolares. Estas normativas establecen las medidas sancionadoras que
pueden aplicar, de forma inmediata, el profesor y/o los equipos directivos.
Pueden ser varias, en función de la gravedad de la agresión verbal: expulsión
de la sesión de clase, realización de tareas de carácter académico o
actividades encaminadas a mejorar el entorno ambiental del centro, permanencia
en el colegio después del horario escolar o expulsión por un tiempo
determinado, entre otras.
¿Y si la agresión es física?
En estos casos se puede actuar por dos vías. Por una
parte, la administrativa, mediante la cual se llevan a cabo varias actuaciones,
como un cambio de centro, cuando no proceda la expulsión definitiva por ser un
alumno de enseñanza obligatoria. Por otra parte, se puede optar por la vía judicial
y efectuar la denuncia pertinente ante la Policía o en un juzgado.
¿Duele más el acoso moral que el físico?
"Cuando se le humilla en público, el docente
sufre un duro golpe en su autoestima"
Aunque la agresión física tiene más repercusión
social, las dos son muy lesivas para la persona. Sobre todo, porque cuando se
le humilla en público, el docente sufre un duro golpe en su autoestima. Aunque
su carácter o personalidad sean fuertes, puede tener consecuencias negativas
para su vida personal y profesional. Si se pierde el respeto al profesor como
persona y como educador, quedará en una situación tan vulnerable e indefensa,
que desde ese momento tendrá dificultades para desempeñar su trabajo con
dignidad.
¿Qué supone dotar de la condición de
autoridad pública al profesorado?
El profesor, por el hecho de serlo, ya debe tener la
autoridad académica que se le supone por su competencia en la disciplina que
imparte. Sin embargo, para el manejo de la clase en la situación actual
necesita que se le dote de esta condición. Esta medida legislativa otorgaría al
profesor presunción de veracidad en caso de litigio entre las partes y en casos
extremos de amenazas, insultos graves o agresiones físicas, las sanciones que
de ellas se derivarían serían mucho más severas. Supondría un freno disuasorio
para las conductas incorrectas.
Fracaso escolar y violencia. ¿Están
siempre relacionados estos dos aspectos?
"Los valores sobre los que se forja la
personalidad del alumno son un factor determinante"
El fracaso escolar puede surgir cuando no se atajan
algunas situaciones, como las vividas en ciertos grupos donde dos o tres
alumnos impiden a sus compañeros recibir una clase con normalidad y consiguen,
con sus actuaciones, que día tras día se pierda el tiempo y no se impartan los
contenidos de la materia correspondiente. Pero aunque puede tener cierta
incidencia en los casos de violencia, no hay una relación de causa-efecto. Sin
excluir la propia responsabilidad del estudiante, la educación recibida en la
familia y los valores sobre los que se forja la personalidad del alumno son los
factores determinantes.
¿Puede describir el perfil del
estudiante agresor?
En la mayoría de los casos, es un alumno inadaptado al
que sus padres no han puesto límites desde la infancia, ni admiten que nadie se
los ponga. Son adolescentes que buscan la gratificación inmediata y que están
acostumbrados a que sus actuaciones no tengan para ellos ninguna consecuencia,
porque en su entorno familiar se asume que la culpa siempre es del otro. La
permisividad de los padres deriva en alumnos que no respetan las normas
establecidas.
¿Cuáles son los principales motivos que
llevan a un progenitor a agredir a un profesor?
"Algunos padres olvidan que los centros
educativos son lugares donde hay que convivir y respetar unas normas"
Algunos padres olvidan que los centros educativos son
lugares donde hay que convivir y respetar unas normas y que la libertad de
actuación de sus hijos acaba cuando vulneran los derechos de los demás, sean
profesores o compañeros de clase. En general, estas agresiones se originan
porque los padres creen, sin hablar con el profesor, la versión desfigurada que
su hijo da de unos hechos que nada tienen que ver con la realidad. No admiten
que el profesor marque las pautas de conducta de la clase e impida salirse con
la suya a estos alumnos consentidos en casa. Otras veces, la agresión se genera
porque se aplica al estudiante conflictivo la normativa del centro, que ha
aprobado toda la comunidad educativa y respeta la legislación vigente. Incluso,
hechos tan cotidianos como una caída en el patio suponen responsabilizar al
profesor de todos los males que sucedan a su hijo y se le presupone mala fe por
acción u omisión.
¿Se dan casos de acoso o agresiones a
docentes en educación infantil y primaria?
Si hablamos de agresiones de alumnos, la mayoría se
dan en secundaria. No obstante, ya se registran algunos casos en primaria,
aunque pocos, y las agresiones de padres son un riesgo en cualquiera de los
tres niveles educativos.
¿Qué parte de responsabilidad tienen las
administraciones educativas?
Una parte importante. Desde el punto de vista
legislativo, el profesorado tiene recursos para hacer valer su autoridad al
marcar unas pautas de conducta. Pero, a pesar de todo, hay casos en que ante
las denuncias injustificadas de los padres, sobre todo si estos son violentos y
para evitarse problemas, la administración educativa no respalda al profesor.
El docente se ve obligado a justificar cada una de sus actuaciones frente a un
denunciante que puede haber mentido o denunciado por despecho o para obtener
alguna ventaja.
¿Cómo puede colaborar el entorno
familiar en la erradicación de la violencia hacia los docentes en las aulas?
"Hay muchas familias que apoyan al profesor y los
resultados son muy positivos"
La clave está en las familias. Hay muchas que apoyan
al profesor y los resultados son muy positivos. Salvo casos excepcionales,
cuando una familia colabora con el centro escolar y docentes y padres caminan
en la misma dirección, los brotes de violencia se eliminan y quedan sólo los
actos de rebeldía propios de la edad.
Como ya ha apuntado, las nuevas
tecnologías han traído consigo nuevas formas de agresión. ¿En qué se
caracterizan?
Cada vez proliferan más las calumnias, maledicencias,
vejaciones y destrucción de la imagen personal a través de las nuevas
tecnologías. Lo más grave es que es muy difícil luchar contra ellas. Aunque se
intente, los daños causados al honor de la persona son muy difíciles de
reparar. La legislación en este sentido va por detrás de los nuevos fenómenos
derivados del avance tecnológico. Se han denunciado casos ante la Fiscalía de
Menores, pero todavía es insuficiente el amparo legal en este tipo de faltas o
delitos.
¿Encuentran los docentes apoyo
suficiente en la dirección del centro o es fuente de conflictos?
"Recibimos denuncias en las que la dirección del
centro se inhibe o, incluso, actúa en contra del docente para evitarse
problemas"
En bastantes casos, la dirección apoya al profesor que
tiene problemas, éste se siente respaldado y su desgaste psíquico y profesional
es muchísimo menor. Sin embargo, también recibimos denuncias en las que la
dirección del centro se inhibe o, incluso, actúa en contra del docente para
evitarse problemas. En estas ocasiones se siente solo, ya que ni siquiera
cuenta con el apoyo de sus compañeros, que intentan evitar que les salpique.
Entonces lo pasa muy mal. Si el equipo directivo del centro aplica la normativa
vigente, se pueden solucionar muchos conflictos que, de no hacerlo, deterioran
de forma grave la convivencia y el clima escolar.
Ansiedad, depresión, baja laboral...
¿cuáles son los casos más extremos que han tenido que atender desde el Defensor
del Profesor?
Algunos docentes, debido a situaciones derivadas de
los problemas mencionados, sufren graves trastornos de salud, tanto de tipo
psicológico como físico. A pesar de seguir un tratamiento adecuado, son
incapaces de superar el miedo a enfrentarse al aula. El resultado es el
abandono de la profesión.