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martes, 11 de marzo de 2014

La Adicciones sin drogas

Las adicciones sin drogas, adicciones comportamentales o psicológicas, tienen  en común con las adicciones a las drogas (alcohol, tabaco, cocaína..etc.) la pérdida de control, la dependencia y el síndrome de abstinencia.

En este artículo haremos un breve resumen de las características de las adicciones sin drogas, desarrollaremos cada una de ellas en posteriores publicaciones


Hábitos de comportamiento inofensivos, por ejemplo comprar, pueden convertirse  en adictivos causando un importante malestar en la persona que lo realiza y a las de su entorno mas inmediato.


¿Como distinguir cuando un comportamiento normal, incluso saludable, se convierte en una adicción?


  • Cuando se pierde el control
  • Afecta gravemente a la vida cotidiana ( relaciones familiares, trabajo..)
  • Se pierde el interés por casi todas las otras actividades que le gustan o que hacía frecuentemente como forma de disfrute
  • Aparece una fuerte dependencia psicológica
  • Cuando al dejar de hacerlo aparece el síndrome de abstinencia


Este tipo de adicciones, consideradas por muchos como vicios, constituyen un trastorno mental y como tal han de ser tratadas por un psicólogo experto en adicciones

Las adicciones sin sustancias o psicológicas más comunes son:

Image courtesy of Grant Cochrane / FreeDigitalPhotos.net

  • Al juego
  • Al sexo
  • Al ejercicio físico
  • A las compras
  • A Internet
  • Al teléfono (redes sociales)
  • A la comida
  • Al trabajo
  • Al amor o dependencias afectivas

Image courtesy of Rawich / FreeDigitalPhotos.net

¿Cómo se produce el cambio de ser actividad normal a convertirse en una adicción?


Es como adentrarse en una espiral, en la capa más externa mantienes tu cotidianeidad (relaciones con la familia y amigos; trabajo, pasatiempos, etc.) disfrutas de lo que haces, elijes si hacerlo o no. Sigues avanzando al 2, al 3, al 4..puedes llegar hasta el 10 asi:

  1. La conducta que realizas es placentera, te recompensa
  2. Hay un aumento en el que el que te surgen pensamientos relacionados con esa conducta  cuando estas centrado en  otras cosas diferentes, viendo una película, en alguna tarea laboral, etc.
  3. Empiezas a aumentar la frecuencia con la que la realizas y vas perdiendo el interés por otras cosas que te gustan y sueles hacer.
  4. Le vas a quitar importancia al exceso de interés que aprecian los demás en ti. Pueden aparecer las primeras amonestaciones o discusiones en relación a tu conducta
  5. Experimentas un deseo intenso de realizar esa conducta y piensas  en el alivio del malestar que sientes, al realizarla.
  6. La conducta se mantiene a pesar de que las consecuencias negativas van en aumento. Te justificas ante ti mismo por lo que haces, y tratas de convencer a los demás de que su comportamiento no es un problema. Empiezas a distorsionar la realidad para no ver que tienes un problema.Pueden aparecer engaños u ocultación de los hechos como forma de evitar conflictos con la familia o amigos
  7. A medida que los efectos negativos de la repetición de esa conducta aumentan, empiezas a tomar conciencia de la realidad y haces intentos, normalmente fallidos, por controlarla por tí mismo.
  8. Ya no te resulta placentera la conducta, la repites para aliviar el malestar que te provoca no hacerla, el alivio cada vez te durará menos tiempo
  9. Aumenta el estrés y utilizas ese comportamiento adictivo como única vía de escape para intentar reducirlo
  10. La conducta adictiva se agrava y surgen crisis externas,  por ejemplo la ruptura de la pareja, la ruina, problemas legales, despido laboral...que puede ser lo que te lleve a buscar ayuda psicológica para salir de la espiral.
De esta espiral se puede salir, si acudes al psicólogo especialista en adicciones cuando empiezas a ser consciente de que tienes un problema, te recuperaras antes porque las consecuencias negativas de tu adicción serán menores que si llegas al nivel nº 10 de la espiral


Estamos esperando tus comentarios... y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo en tus redes sociales. Cualquier duda te puedes poner en contacto con la psicóloga Josefina Rodríguez Merino


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