Nadie dijo que fuera fácil….
El ser padre en la sociedad en la que vivimos, en la que
siempre andamos con prisas, sin demasiado tiempo para dedicar ni si quiera a
nosotros mismos, en la que reina un consumismo en el que siempre queremos el
mejor coche, la mejor casa, el mejor móvil… hace que a veces, no nos paremos a
pensar en lo importante que es más que la cantidad, la calidad del tiempo que
debemos proporcionar a nuestros hijos y a su educación.
A veces, confundimos el “quererlos” con el “darles todo lo
que nos pidan” sin darnos cuenta que eso es un GRAVE ERROR.
Además, nuestra mayor preocupación es la de evitar por todos
los medios que sufran; que no tengan que pasar por desilusiones, fracasos, que
jamás sientan que no tienen algo que los demás si…y no nos damos cuenta que lo
que estamos creando son personitas que cuando sean mayores, serán incapaces de
afrontar situaciones de frustración en las que las cosas no salgan como esperan
y pensarán que el mundo se les viene encima.
Debemos tener en cuenta que ser “buen padre” no está reñido
con poner normas y límites, sino todo lo contrario. Con ello, estamos “dando
forma” a personas adultas que en el futuro tendrán más recursos a la hora de
hacer frente a la vida.
Como se dice en filosofía… “prepara a tu hijo para el
camino, no el camino para tu hijo”
A continuación, hablaremos de los 10 ERRORES MÁS COMUNES que
cometemos los padres de hoy en día:
1º ADORAR A NUESTROS HIJOS
Muchas familias actuales, viven por y para los hijos. Hacen
de ellos el centro del hogar. ¡Esto a ellos les encanta!, pero estamos
enseñándoles de algún modo a ser egoístas y a pensar que ellos son lo primero,
son lo más importante así como sus necesidades. Esto no significa que no
debamos prestarles toda la atención que necesiten, que les escuchemos y
apoyemos siempre, sin embargo, es necesario que comprendan y aprendan la
importancia de que ellos también deben escuchar, respetar y ayudar a los demás,
y que lo importante es el amor y el altruismo entre los miembros de la familia.
2º DISPARIDAD ENTRE LOS PADRES.
Siempre, siempre, siempre… cuando uno de los padres decide
llevar a cabo un castigo, o muestre su disconformidad frente a una conducta del
niño, el otro debe darle la razón; al menos delante del niño. Si nos quitamos
la autoridad, el niño recibe mensajes contradictorios y finalmente no sabe qué
hacer. Además conforme crecen, pueden aprovecharse de esto y saber a quién
preguntar en cada situación. Es por ello que la mejor frase para esto sería “siempre
es mejor equivocarse juntos que acertar por separado”
3º TRASMITIR AL NIÑO QUE “ÉL ES MALO, COMO ALGO QUE NO PUEDE
CAMBIAR”
Es MUY IMPORTANTE tener siempre en cuenta a la
hora de reñir al niño, que no se deben usar frases como “ya sabía yo que lo
romperías”, “si es que eres tonto”, “no vales para nada” “siempre te comportas
igual, nada lo haces bien”. Siempre, debemos centrarnos en la conducta que no
queremos que repita, reñir por lo que ha hecho mal en ese momento y evitando la
generalización. No es positivo el hacerle pensar que esperábamos de él que lo
hiciese mal, o que se comportase mal puesto que interiorizamos en él la idea de
que, aunque lo intente no podrá comportarse bien y que él es malo y no puede
cambiar. Además, estas frases hieren su autoestima algo que influirá en que su
conducta sea aún peor, entre otras consecuencias.
4º FALTA DE CONTINUIDAD
Muchas veces, dejamos que
nuestro estado de ánimo, nuestro humor o lo cansados que estemos en ese momento
interfiera en la educación de nuestros hijos. Conductas que no permitimos
normalmente, en ocasiones por falta de tiempo, o ganas las dejamos pasar. Esto
es un grave error puesto que volvemos a mandar mensajes contradictorios a los
niños que harán que perdamos lo que teníamos conseguido. Hay que tener
consciencia de que “estamos educando siempre, no solo en momentos concretos”
5º CASTIGAR MAL
Poner castigos
desproporcionados o imposibles, hacer promesas que no son posibles de cumplir,
o que al final no cumplimos… son errores bastante frecuentes y muy negativos a
la hora de educar. Si los castigos no se
cumplen, los padres pierden la autoridad y los niños captan la idea de que las
normas pueden quebrantarse fácilmente. Es más eficaz castigar una tarde sin
jugar a la play que decirles que van a estar toda la semana sin salir y
levantarles el castigo al tercer día.
6º SER AMIGOS DE TUS HIJOS
Hoy en día se oyen a muchos
padres querer ser “amigos de sus hijos”, intentando no castigarlos, realizando
toda educación a través de argumentos o poniéndoles ejemplos de sus vidas,
siendo demasiado permisivos y negociándolo todo.
Debemos tener en cuenta que los
padres somos la figura de autoridad y es un error tratar de ser sus amigos en
lugar de ejercer el rol de padres. Está
bien ser democrático con los hijos y negociar ciertas cosas como dónde van de
vacaciones, o en qué tienda comprarse la ropa.. pero hay cosas que NO se
negocian y ellos deben entender que en la familia, como en la vida hay ciertos
límites y normas que deben respetarse, como es el ponerse el cinturón en el
coche, portarse bien en el supermercado, etc.
7º COMPARAR ENTRE HERMANOS
Cada persona es un mundo, cada
niño es diferente y requiere una educación adaptada a sus necesidades. Sin
embargo, los padres a la hora de educarlos intentan tratarlos de la misma forma
y a menudo, los comparan. “Esto, puede conllevar en numerosas ocasiones a
celos, envidias y dañan” como advierte Javier Urra, psicólogo infantil.
Además, afecta a su autoestima.
El niño siente que no es lo suficiente bueno o al menos no tan bueno como su
hermano, por lo que estas comparaciones no aportan nada positivo.
8º MALOS EJEMPLOS
“Los padres no pueden pedir al hijo que se
controle o que no pegue si lo que le transmiten es que de vez en cuando a ellos
‘se les cruzan los cables’, insultan al del coche de al lado, o están siempre
criticando; tampoco pueden exigirle que termine lo que empieza o que cumpla las
normas si ellos no lo hacen”. La
incongruencia entre lo que se dice y se hace “resulta muy negativa, quita
fuerza moral y deslegitima”, apunta Urra.
9º PERMITIR QUE DEJEN DE SER
NIÑOS ANTES DE TIEMPO
Esto, se detecta en la forma de
vestirlos, dejarles que se pongan piercing, en encontrar divertido que tengan
novios o permitir que con 14 años ya no tengan límites de horario.
Además le añadimos el
contrasentido de que a estos mismos niños les preparamos el desayuno, les
vestimos, e incluso algunas madres ¡¡les llevan la maleta hasta el colegio!! No
dejándole tomar las responsabilidades propias de su edad.
10º SOBREPROTECCIÓN
Por último,la
sobreprotección.
Muchos de los padres de hoy en
día asumen muchas tareas de sus hijos como estudiar con ellos, le disculpan
frente al profesor, intentan evitarles consecuencias de una mala decisión, les
dicen constantemente lo que tienen que hacer…organizando su vida. Esto que los
padres hacemos siempre “por su bien”, está construyendo niños dependientes,
además de inseguros y a los que les costará en el futuro asumir las
consecuencias de sus conductas, intentando siempre exculparse de todo. Y lo
peor de todo es que a veces, los padres los exculpamos también, llegando incluso a entrometernos en
discusiones de niños para defender a nuestro hijo, o ir a la escuela a hablar
con ese profesor que “le ha cogido manía a nuestro hijo” y cantarle las
cuarenta.
En resumen; la educación de
nuestros hijos es una carrera de fondo, en la que el ganar o perder depende de
la persistencia, la continuidad y sobre todo el amor, los valores y el respeto
que nos demos hacia nosotros mismos y hacia los niños, practicando siempre con
el ejemplo y así construir personas sanas mentalmente y
emocionalmente equilibradas.
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psicología infantil.
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