Muchas personas que sufren trastornos de ansiedad pueden haber desarrollado un intenso temor a perder la razón o volverse locos
Como consecuencia hacer algo horroroso a sí mismos (suicidarse) o agredir a personas de su entorno más cercano.
Algunos de los ejemplos que más
repiten y que suelen darse en forma de imágenes mentales cometiendo esos actos:
- Pensamiento de que va a desear tirar a un hijo pequeño por el balcón o ahogarlo con la almohada mientras duerme.
- Ante la presencia de cuchillos temor a perder el control y matar a sus hijos u otros miembros de la familia.
- Miedo a que le aparezcan deseos de estrellarse con otro vehículo cuando va conduciendo por la carretera o de atropellar a algún peatón voluntariamente.
- Temor a suicidarse tirándose por un balcón.
Las personas que padecen este tipo de miedos no tiene la intención de hacer nada de eso, todo lo contrario, están en una
constante alerta para prevenirlo y de hecho no harán lo que temen porque sólo es
miedo a perder el control, es
un riesgo absolutamente inexistente.
Otros síntomas y manifestaciones de la ansiedad, que genera un
elevado temor en los pacientes son las
sensaciones de extrañeza e
irrealidad, como si estuviéramos viendo la realidad “como en una película”, como si nos
sintiéramos ajenos a nosotros mismos (despersonalización) o al entorno
(desrealización).
Estos pensamientos, sensaciones de
irrealidad o imágenes (viéndose a sí mismos realizando lo que temen)
llamadas fobias de impulsión, son síntomas de ansiedad elevada, pero aunque no tienen nada que ver, muchas pacientes lo interpretan
como si se estuvieran volviendo locos o
tuvieran esquizofrenia, pero es imposible volverse loco como consecuencia de
crisis de pánico u otros trastornos de ansiedad.
Las personas que tienen fobias de impulsión tienen un
sufrimiento y temor tan elevado que interfiere de forma significativa en su
vida cotidiana. Al no comentar con nadie su angustia y temores difícilmente van a recibir ayuda.
Durante la terapia lo primero que hacemos es ayudarles a
perder el miedo a volverse locos y tranquilizarlos porque el riesgo de que cometa esos actos que tanto teme es inexistente, ni corre peligro él ni otras personas. Se le enseña las distintas formas de manifestarse la ansiedad y como sus pensamientos, muy molestos pero no graves, están provocados por el nivel de ansiedad que padece.
Los tratamientos que han demostrado mayor efectividad para
este tipo de problemas de ansiedad es la terapia cognitivo conductual, basada
sobre todo en el control de los
pensamientos. Mediante esta terapia las personas aprenden técnicas de relajación, control de los pensamientos y a
modificar las posibles causas de la ansiedad.
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