LA PAREJA DEL JUGADOR/A PATOLÓGICO/A SE SIENTE ENGAÑADA
HA PUESTO MUCHAS VECES LA CONFIANZA EN SUS PROMESAS DE ABANDONAR EL JUEGO Y SE SIENTE ESTAFADA.
Cuando el jugador patológico se encuentra en la fase de desesperación y ha decidido acudir al psicólogo para recibir tratamiento, nos encontramos con una historia de juego larga, normalmente superior a cinco años, durante los cuales ha habido periodos de abstinencia, promesas, arrepentimientos y recaídas que conllevan a un gran deterioro en la relación de pareja, dominada por la desconfianza y el resentimiento.
No es de sorprender que un elevado numero de jugadores patológicos tengan serios problemas familiares y que en algunos casos finalice en divorcio.
La comunicación en la pareja se ve afectada a todos los niveles, siendo frecuente que si la pareja del jugador intenta algún tipo de comunicación desemboque en reproches mutuos y en discusiones, como consecuencia se resienten también las relaciones sexuales.
La relación del jugador con su pareja se puede definir como villano y victima con frecuentes amenazas, acusaciones y temores de abandono (Boyd y Bolen,1970). La pareja en ocasiones tiene
sentimientos de culpabilidad por no haber sabido ayudar a su marido, surgiendo sentimientos ambivalentes que le llevan a protegerlo algunas veces, protección que impide que el jugador se responsabilice de las consecuencias de sus actos, porque ella, sistemáticamente, se hace cargo de las deudas, lo tapa o lo disculpa.
El jugador ha llevado a la familia al borde del desahucio, o en el mejor de los casos teniendo que hacer frente a un montón de deudas. Ha podido haber perdido el trabajo si tenía fácil acceso al dinero de la empresa. Se siente culpable porque en todo momento es consciente de las repercusiones de su adicción.
Respecto a los hijos ha perdido la autoridad y el respeto, recayendo el rol de educador totalmente en la madre.
Por todo lo descrito cuando se interviene con un jugador patológico es importante que también se trabaje con la pareja para que la rehabilitación sea estable y duradera, pero sobre todo por ella misma, porque está afectada a nivel emocional ( ansiedad, depresión...) y requiere apoyo para recuperar el equilibrio y su autoestima.
A nivel de terapia de pareja y/o familiar, es conveniente restructurar la relación de pareja porque ha derivado en una relación anormal. No olvidemos que la primera motivación que tiene un jugador para abandonar su adicción es recobrar el bienestar de la familia, el amor y el respeto de su pareja y sus hijos.
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