Alteraciones en el comienzo, comprensión o expresión del lenguaje hablado o escrito.
El Trastorno Específico del Lenguaje, también conocido como TEL, es un término desconocido para
muchos, incluso confuso para otros, porque en ocasiones se le confunde con trastornos como el Trastorno del Espectro
Autista (TEA), la dislexia, la dislalia,
el Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD),o el Trastorno del Déficit de
Atención e Hiperactividad (TDAH) entre otros.
Por tanto el primer objetivo es aclarar el término TEL, hablar un poco de los signos de alerta y por otro lado hacer una comparación con algún que otro trastorno que también afecta al lenguaje y que puede crear confusión a los padres a la hora de saber qué le pasa a su hijo.
Por tanto el primer objetivo es aclarar el término TEL, hablar un poco de los signos de alerta y por otro lado hacer una comparación con algún que otro trastorno que también afecta al lenguaje y que puede crear confusión a los padres a la hora de saber qué le pasa a su hijo.
¿Qué es el Trastorno Específico del Lenguaje -TEL-?
El Trastorno Específico del
Lenguaje se define como una alteración en la adquisición, comprensión o
expresión del lenguaje hablado o escrito, que puede llevar implícito todos o
algunos de los componentes del sistema lingüístico (fonético-fonológico,
semántico, morfosintáctico y/o pragmático). Estas dificultades no se deben a
problemas neurológicos, cognitivos, sensoriales, motores o sociofamiliares.
En general tienen buena intención
comunicativa, la alteración se presenta por la lentitud, distorsión, omisión,
adición, articulación o mal uso contextual de las palabras o frases. Por ello
el discurso de los niños es pobre y/o poco fluido. La comprensión del lenguaje
está afectada en algunos casos.
Sus dificultades dependerán del componente lingüístico que
esté alterado. Los casos más graves son aquellos en los que se ve afectada la competencia verbal.
Debido a los problemas de
producción y comprensión del lenguaje son más retraídos a la hora de tener
contacto social y suelen ser desconsiderados por los demás. Sin embargo tienen
capacidad empática, reconocimiento emocional y capacidad de seguir
patrones sociales.
En el área motriz desarrollan adecuadamente sus
habilidades psicomotrices, pero debido a la poca estimulación que reciben en su ambiente, suele tener
problemas en la psicomotricidad
bucofacial, y psicomotricidad fina. Siguiendo terapias adecuadas mejorarán
considerablemente.
Como hemos señalado este trastorno
posee un gran abanico de dificultades, es por ello que a veces se le confunde
con otras alteraciones o patologías que más adelante aclararemos.
¿Cuándo empezar a preocuparse?
Muchos padres con hijos en edades
entre los 18-30 meses acuden al pediatra preocupados porque su hijo no habla o
apenas dice pocas palabras y se encuentran con respuestas como: “ya hablará”,
“es pequeño todavía”, “a su padre le pasó lo mismo y ahora no se calla”...En
definitiva en muchas ocasiones se aconseja ESPERAR. Sin embargo las
investigaciones han demostrado que la intervención temprana es el método más
eficaz y eficiente para el tratamiento de trastornos de la comunicación, pero
es evidente que la intervención temprana requiere la detección temprana y es lo
que hoy en día está fallando.
Tras detectar un retraso del
lenguaje, se debe derivar a un especialista que lo diagnostique o al menos
estime la probabilidad de riesgo. Digo así porque el diagnóstico diferencial de
los trastornos del neurodesarrollo, que afectan al lenguaje es difícil de
delimitar antes de los 2 años incluso hasta los 33 meses, lo que no quita que
ante cualquier indicio se realice una intervención temprana lo antes posible
Indicadores tempranos de riesgo:
- retraso/anomalías en la
adquisición de las primeras palabras
- irregularidades en el desarrollo vocálico/sistema fonológicos
- lenta e irregular adquisición morfo-sintáctica
- retraso/anomalías en la comprensión del lenguaje
- retraso y/o anomalías en el uso funcional y espontáneo de actos comunicativos preverbales
- retraso y/o anomalías en la capacidad de compartir atención o referencias conjuntas
- limitaciones en el uso funcional de objetos y juego simbólico
- dificultades en las habilidades tempranas de procesamiento auditivo-verbal
- antecedentes familiares con la misma dificultad u otro trastorno que afecta al lenguaje
- alta frecuencia de infecciones de oído
- factores de riesgo perinatales
- entorno familiar deprivado o disfuncional
- irregularidades en el desarrollo vocálico/sistema fonológicos
- lenta e irregular adquisición morfo-sintáctica
- retraso/anomalías en la comprensión del lenguaje
- retraso y/o anomalías en el uso funcional y espontáneo de actos comunicativos preverbales
- retraso y/o anomalías en la capacidad de compartir atención o referencias conjuntas
- limitaciones en el uso funcional de objetos y juego simbólico
- dificultades en las habilidades tempranas de procesamiento auditivo-verbal
- antecedentes familiares con la misma dificultad u otro trastorno que afecta al lenguaje
- alta frecuencia de infecciones de oído
- factores de riesgo perinatales
- entorno familiar deprivado o disfuncional
Cuanto mayor sea el número de
indicadores que aparezcan en el niño, mayor riesgo tendrá frente al TEL, y por
tanto existirá una necesidad de intervención temprana, especialmente cuando
aparezcan los indicadores de mayor riesgo que serian: problemas de
comprensión, limitaciones en el uso de gestos o comunicación pre-verbal y
antecedentes familiares de retraso o de problemas del lenguaje o aprendizaje
Diferencia entre TEL y otros trastornos
TEL y Dislexia
A modo de aclaración hay que decir
que no todos los niños con TEL tienen dificultades en la lectoescritura, ni
todos los niños con problemas en la lectoescritura tienen TEL.
En estos dos trastornos la
diferencia se basa en la gravedad del déficit fonológico y de procesamiento del
habla que son los causantes del déficit de lenguaje en ambos caso, siendo más
grave en el TEL que en la dislexia.
En el TEL están afectadas tanto
las habilidades fonológicas como las no fonológicas, mientras que en la
dislexia sólo existe un déficit fonológico.
Hablantes Tardíos (H.T)
Niños que están entre los 18-24/33
meses y que muestran un retraso en la adquisición de las primeras palabras o
una adquisición lenta del primer lenguaje(recepción y/o expresión). Este
retraso no se acompaña de ningún otro déficit o alteración en otros dominios
del desarrollo temprano. Estos niños se supone que van a presentar solo un
retraso leve durante las primeras etapas de adquisición del lenguaje y una
secuencia de desarrollo totalmente correcta. Frente a los niños con TEL que
presentan un retraso más persistente y generalmente se considera que el
desarrollo del lenguaje va a ser cualitativamente diferente a la del desarrollo
prototípico.
Entre un 50-70% de los niños H.T
que solo muestran retraso en el plano expresivo, sin afectarle a la comprensión
o uso social del lenguaje, van a superar este retraso inicial o al menos se van
a reducir sus dificultades al mínimo.
Frente al 30-40% que van a
continuar manifestando dificultades comunicativo-lingüísticas aplicables a un
TEL, se estima que un 60% podrían mostrar algún tipo de problema de
aprendizaje.
Otro dato a tener en cuenta en los
H.T es que no solo puede ser un signo de alerta de un TEL, sino incluso de un
TEA, de un TDAH o de Trastorno de Desarrollo Intelectual.
TEL y TEA
Los niños con un Trastorno del
Espectro Autista presentan unas características especificas y peculiares que
los diferencia de cualquier otro trastorno.
En cuanto a atención:
presentan lo que se ha denominado atención en túnel o también altamente
selectiva, es decir, no logran atender la integridad de elementos que conforman
un objeto, persona o situación, sino que se centran en algo en particular.
Muestran lentitud reaccional ante los cambios de foco de atención, dando como
resultado una aparente sordera.
En memoria tienen memoria
casi fotográfica y facilidad para aprenderse secuencias o información con
cierto patrón fijo. Son hábiles para procesar información que reciben de una
sola vez y en cambio se les dificulta procesar información que reciben en
secuencia.
Las alteraciones del lenguaje
son uno de los síntomas más significativos: ausencia de comunicación,
alteraciones en la prosodia, variación en el ritmo, la entonación y el énfasis.
El habla monótona o plana, con cambios extraños, ecolalias y verborreas. Frases
telegráficas y distorsionadas confundiendo palabras con sonidos similares.
Su habilidad manipulativa es
superior a la habilidad verbal Y Presentan un nivel de pensamiento concreto y
baja capacidad representacional y de simbolización. Su pensamiento es de tipo
deductivo. Es difícil para ellos cambiar por si mismos a una nueva explicación
o plan de acción.
Evitan el contacto ocular
demostrando poco interés por la interacción
En cuanto a su desarrollo
psicomotor, habilidad limitada en los juegos de pelota, dificultades para
atarse los cordones, manera extraña de caminar o correr, mala letra. Dificultad
para sincronizar movimientos con otra persona, postura y conducta motora
estereotipada como aletear, andar de puntillas o dar vueltas, entre otras.
SARA DOBLAS
PEDAGOGA, EXPERTA EN ATENCIÓN TEMPRANA
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